Medidas para acelerar la eliminación de las toxinas absorbidas

1. Alcalinización de la orina

Consiste en administrar iv. NaHCO3 (dosis inicial: bolo iv. 1 mmol/kg, luego, en caso de necesidad, se puede continuar con una perfusión a la misma concentración por hora) para obtener un pH urinario 7,5-8,0, si bien, el pH sanguíneo no debe superar 7,55. Es un tratamiento típico en la intoxicación moderada por salicilatos que no requieren diálisis. La alcalinización también está indicada en las intoxicaciones por fenobarbital y herbicidas del grupo de los clorofenoxiácidos. Además, intensifica la eliminación renal de p. ej. clorpropamida y metotrexato. Una dosis demasiado alta de bicarbonato sódico puede causar una peligrosa alcalosis. Por esta razón, es necesario controlar el equilibrio ácido-base cada 2 h. Si el pH sanguíneo >7,55, puede reducirse de manera eficaz utilizando acetazolamida en inyección lenta iv. a dosis de 250 mg.

2. Diuresis forzada (poliuria forzada)

Consiste en la infusión de una gran cantidad de líquidos (>5 l/d). Generalmente el paciente debe recibir una cantidad de líquidos que le permita orinar 2-3 l al día, y si la diuresis no es suficiente, se añade furosemida o manitol. En la actualidad es un método poco utilizado, con la excepción de la intoxicación por Amanita phalloides.

3. Hemodiálisis

Descripción de la técnica →cap. V.P.1.

La hemodiálisis se utiliza en las intoxicaciones por etilenglicol, metanol, litio, en intoxicación grave por salicilatos y en ciertos casos de intoxicación por isopropanol, atenolol, sotalol y teofilina. Se puede utilizar de manera excepcional en otras intoxicaciones al descartar las contraindicaciones y analizar las propiedades toxicocinéticas del xenobiótico (volumen de distribución, unión a las proteínas, tamaño de la partícula).

4. Hemoperfusión

El uso de la hemoperfusión a través de columnas de carbón activado se ve condicionado por las propiedades del agente tóxico para ser absorbido por el carbón activado, así como por el alto grado de unión del xenobiótico a las proteínas que hace que los demás métodos de eliminación extracorpórea sean ineficaces. Las indicaciones clásicas son las intoxicaciones por: teofilina, ácido valproico, carbamazepina. Se logra una gran eficacia de eliminación al colocar el dializador delante de la columna de carbón. Esto hace que la columna se sature más lentamente, lo que permite realizar el procedimiento durante un tiempo prolongado.

5. Dosis repetidas de carbón activado

Se debe considerar el uso de dosis repetidas de carbón activado (0,25-0,5 g/kg cada 2-4 h) administradas a través de una sonda gástrica en pacientes inconscientes y VO en los conscientes, cuando estos han recibido dosis peligrosas de un fármaco, sobre todo de quinina, dapsona, fenobarbital, carbamazepina o teofilina.  Este método puede aplicarse solo si el peristaltismo está conservado.