Bases corrosivas

8.2. Bases corrosivas

Intoxicaciones más frecuentes:

1) bases inorgánicas

a) amoníaco (→cap. XIII.C.2)

b) hidróxido (lejía) de potasio (CAS 1310-58-3)

c) hidróxido (lejía) de sodio (CAS 1310-73-2)

d) hidróxido (lejía) de calcio (cal hidratada, CAS 1305-62-0)

e) óxido de calcio (cal viva, CAS 1305-78-8)

f) hipoclorito de sodio (agua de Javel, CAS 7681-52-9)

g) hipoclorito de potasio (CAS 7778-66-7)

2) bases orgánicas

a) butilamina (CAS 109-73-9)

b) dietilamina (CAS 109-89-7)

c) etilendiamina (CAS 107-15-3)

d) etilamina (CAS 75-89-5)

e) metilamina (CAS 74-89-5)

f) trietilentetramina (CAS 112-24-3).

El valor de pH de estos compuestos puede llegar a 14, sin embargo este parámetro no siempre indica un gran efecto corrosivo. Las bases inorgánicas suelen utilizarse como productos de limpieza o, al igual que las orgánicas, en distintas ramas de la industria.

Son de acción principalmente local. Las aminas orgánicas pueden dañar el hígado y los riñones. Penetran en la piel y las mucosas, causando sobre todo necrosis licuefactiva. Al principio (1-3 días) se produce una inflamación aguda que luego evoluciona hacia la fase de granulación y, al final, cicatrización crónica. La intoxicación por inhalación provoca irritación de las vías respiratorias y hasta edema pulmonar tóxico (a veces con hasta 1 h de retraso).

Toxicidad

La dosis tóxica es difícil de determinar y depende principalmente de la concentración de la sustancia.

Cuadro clínico

Síntomas y signos

1) intoxicación por inhalación: ardor conjuntival, lesión corneal, dolor ardiente en la boca, nariz, faringe y tráquea, tos, ronquera, disnea, sibilancias y roncus, estertores difusos, edema pulmonar tóxico

2) intoxicación por ingesta: dolor en la boca y faringe, disfagia, dolor epigástrico, vómitos sanguinolentos, diarrea hemorrágica, inquietud, taquicardia, disminución de la presión arterial, shock, hemólisis, AKI. En caso de perforación de esófago puede producirse una fístula traqueoesofágica, enfisema o mediastinitis (→cap. II.K.2 y cap. II.K.3). La perforación gástrica puede provocar peritonitis. La falta de quemaduras químicas en la cavidad bucal no descarta su presencia en el esófago.

Diagnóstico

Exámenes recomendados: TC de tórax o esofagogastroscopia, determinación de electrólitos, urea y creatinina en el suero, hemograma, gasometría de sangre arterial, radiografía de tórax y radiografía simple de abdomen.

Tratamiento

Igual que en la intoxicación por ácidos corrosivos →cap. XIII.C.8.

Complicaciones

Secuelas a largo plazo: estenosis, divertículos o hasta atresia de esófago, estrechamiento del estómago e intestino delgado. Después de varias décadas desde la exposición puede desarrollarse cáncer de esófago.