Sulfuro de hidrógeno

El sulfuro de hidrógeno (CAS 7783-06-4) es un gas transparente e inflamable con olor a huevos podridos, más pesado que el aire. Mezclado con agua produce vapores tóxicos. Se forma a partir de la descomposición de los productos orgánicos en los conductos de alcantarillado, fosas sépticas y silos (intoxicaciones del personal contratado para la limpieza de los silos). También se produce en las refinerías de petróleo, minas de carbón y durante el asfaltado de carreteras. Irrita las mucosas incluso en cantidades pequeñas. Bloquea los procesos de metabolismo aeróbico en las células al inhibir la citocromo oxidasa. Es un agente tóxico citoplasmático. Provoca el cambio de metabolismo celular al anaeróbico y la producción de ácido láctico. Produce daños en el SNC.

Cinética y metabolismo

Se absorbe rápidamente por las vías respiratorias. En la sangre se mantiene en su forma libre y en forma de aniones sulfatos. Se oxida en la sangre y en el hígado a los tiosulfatos. Se elimina por el aire espirado en su forma original y en pequeñas cantidades por la orina en forma de sulfatos.

Toxicidad

Detectable incluso en concentraciones muy bajas (>0,025 ppm), pero los receptores olfativos de la mucosa nasal rápidamente dejan de responder al aumento de la concentración del gas. La irritación de las mucosas se produce ya a una concentración de 50-100 ppm. Las manifestaciones tóxicas del SNC aparecen con una concentración de ~500 ppm. La concentración de 0,1-0,2 % del gas provoca muerte en pocos minutos.

Cuadro clínico

Síntomas y signos de intoxicación: irritación conjuntival y de las mucosas, tos, edema pulmonar tóxico (incluso varias decenas de horas tras la exposición), náuseas, vómitos, cefalea y vértigo, trastornos del equilibrio, debilidad, agitación, luego alteraciones de la conciencia, delirium, coma, convulsiones, trastornos de la respiración, taquicardia, arritmias ventriculares, disminución de la presión arterial, acidosis metabólica láctica.

Diagnóstico

Exámenes recomendados: gasometría de sangre arterial, determinación de electrólitos (y cálculo del anion gap), urea y creatinina en el suero; radiografía de tórax.

Tratamiento

1. Extraer al enfermo de la zona contaminada. Los socorristas deben estar debidamente protegidos, es necesario utilizar ropa de protección personal adecuada.

2. Oxigenoterapia (con oxígeno al 100 %) →cap. II.O.4; en caso de necesidad ventilación mecánica pulmonar.

3. Antídoto: no existe.

4. Medidas para acelerar la eliminación: en casos muy graves se utiliza la oxigenoterapia hiperbárica (→cap. II.O.4).

5. Tratamiento sintomático: es necesario monitorizar (oximetría de pulso, ECG, entre otros) y mantener las funciones vitales, y corregir las alteraciones que vayan surgiendo.

Complicaciones

Dependen del tiempo e intensidad de exposición. Se han descrito signos de daño al SNC, insomnio, alteraciones de la memoria, neurastenia y encefalopatía.