La dispepsia se define por la presencia de dolor o malestar localizado en el epigastrio de ≥1 mes de evolución. Este dolor puede estar acompañado de: sensación de plenitud posprandial (sensación molesta por la persistencia prolongada de los alimentos en el estómago), saciedad precoz (desproporcionada en relación con la cantidad de alimentos ingeridos, que impide terminar la comida), náuseas y vómitos. El concepto de dispepsia no incluye pirosis (sensación de ardor localizado en la zona retroesternal), si bien la pirosis frecuentemente coexiste con la dispepsia.
Patogenia y causas
1. Dispepsia no investigada: se diagnostica en pacientes que presentan síntomas dispépticos, que han aparecido recientemente o que no estaban diagnosticados previamente (puede incluir causas orgánicas).
2. Dispepsia secundaria (orgánica): de origen conocido, orgánico, sistémico o metabólico, que remite total o parcialmente tras la curación de la enfermedad de base, como puede ser una gastritis en el curso de la infección por H. pylori, lesión de la mucosa gástrica, duodenal o esofágica asociada al consumo de fármacos (AAS y otros AINE, algunos antibióticos VO [principalmente doxiciclina, eritromicina, ampicilina], digital, teofilina, sales de hierro o de potasio, calcioantagonistas, nitratos, glucocorticoides, bisfosfonatos), enfermedad ulcerosa gástrica y duodenal, enfermedades de las vías biliares, hepatitis, pancreatitis o pseudoquistes pancreáticos, neoplasias malignas (de estómago, páncreas o intestino grueso), isquemia intestinal, aneurisma de la aorta abdominal.
3. Dispepsia funcional: para su diagnóstico se requiere que durante ≥3 meses (con inicio de los síntomas ≥6 meses) aparezca ≥1 de los síntomas enumerados en la definición →más arriba (con influencia significativa en la actividad normal) y no se haya diagnosticado una enfermedad orgánica (incluso en la endoscopia digestiva alta) que pueda explicar los síntomas. Los síntomas no desaparecen tras la defecación y no se asocian a cambios en la frecuencia de las deposiciones o del aspecto de las heces (características del síndrome del intestino irritable). En los criterios de Roma IV se diferencian 2 categorías de dispepsia funcional: síndrome del distrés posprandial y síndrome del dolor epigástrico.
Diagnóstico
1. Anamnesis y exploración física: determinar cuánto tiempo duran los síntomas; si están asociados al tipo de comida y al tiempo de su consumo; si hay distensión (puede indicar síndrome del intestino irritable) o pirosis y regurgitación (indica ERGE); si el ritmo de las deposiciones y la consistencia de las heces son normales (las alteraciones y la reducción del dolor después de la defecación indican síndrome del intestino irritable); tratamientos farmacológicos (eliminar los medicamentos que inducen dispepsia, especialmente AINE); si hay signos de alarma (pérdida involuntaria de peso, dolor abdominal que interrumpe el sueño, ictericia, hemorragia del tracto digestivo, anemia hipocrómica, disfagia, vómitos recurrentes, tumor epigástrico).
2. Exploraciones complementarias para diagnosticar/excluir causas orgánicas: pruebas de detección de H. pylori, hemograma; endoscopia digestiva alta (prueba básica en la dispepsia; realizar con urgencia [en 2 semanas], si la dispepsia está asociada a ≥1 de signo de alarma; en pacientes >45 años en todos los casos); ecografía abdominal. En los pacientes ≥60 años con dolor abdominal y pérdida de peso se debe considerar una TC de urgencia para descartar cáncer de páncreas.
Tratamiento
1. Tratar la enfermedad primaria y si es posible interrumpir los medicamentos que causan dispepsia. En el caso de coexistencia de pirosis y síntomas dispépticos hay que reconocer de manera preliminar la presencia de ERGE e iniciar tratamiento empírico con un IBP (formas farmacéuticas y dosificación →Enfermedad ulcerosa gástrica y duodenal). Si los síntomas dispépticos persisten a pesar de una terapia adecuada, es poco probable que la ERGE sea la causa de la dispepsia.
2. Si las pruebas de detección de H. pylori son positivas, administrar un tratamiento de erradicación →Enfermedad ulcerosa gástrica y duodenal. Si el resultado es negativo o no hay resultados después de la terapia de erradicación → administrar IBP o bloqueante H2 (o eventualmente neutralizantes), y en caso del síndrome del distrés posprandial los fármacos procinéticos (itoprida 25-50 mg 3 × d antes de la comida). Se puede intentar la administración de 10-25 mg de amitriptilina antes del sueño durante 8-12 semanas (en caso de eficacia continuar durante ~6 meses). Indicar al paciente que deje de fumar, evite alimentos y bebidas que provoquen o agraven los síntomas, recomendar comidas más frecuentes y de poco volumen, y ejercicios aeróbicos regulares. También puede ser útil la psicoterapia.
PERSPECTIVA LATINOAMERICANA
Por alta prevalencia de cáncer gástrico en los países como Chile, Colombia o Costa Rica, la endoscopia digestiva alta debe realizarse en pacientes >40 años en todos los casos, especialmente en hombres. Por esta misma razón, la dispepsia en personas 35-40 años también debe investigarse con endoscopia digestiva alta.
En Chile no está disponible la itoprida, se utiliza la domperidona 10 mg 3 × d.
En Argentina se utiliza la itoprida, la mosaprida y la domperidona.