Carcinoma suprarrenal

Definición y etiopatogeniaArriba

Neoplasia maligna de origen epitelial, procedente de la corteza suprarrenal. Muestra una tendencia alta a realizar invasión local y metástasis a distancia. Los trastornos de la esteroidogénesis aparecen con relativa frecuencia. Los carcinomas bien diferenciados secretan una cantidad excesiva de cortisol y de andrógenos, a veces también pueden secretar altas cantidades de estrógenos y mineralocorticoides. La capacidad de síntesis de corticosteroides biológicamente activos dependerá del grado de diferenciación celular del tumor. Pueden no existir síntomas de una función hormonal excesiva. Se han observado mutaciones del gen supresor TP53, de los genes hMSH2hMLH1 y del gen de la β-catenina.

Cuadro clínico e historia naturalArriba

Dependerá del carácter del tumor, es decir, si es funcionante o no. El carcinoma suprarrenal funcionante con mayor frecuencia se presentará como un síndrome de Cushing con rasgos de androgenización (a menudo de curso muy dinámico en mujeres), que en hombres pueden pasar desapercibidos. Con frecuencia asocia hipertensión arterial y en mujeres amenorrea secundaria. El exceso de estrógenos en hombres puede condicionar una ginecomastia y otros síntomas de feminización (p. ej. redistribución del tejido adiposo) y en mujeres menorragia. El carcinoma no funcionante se manifiesta tarde, habitualmente con una pérdida de peso progresiva y molestias relacionadas con la ubicación de las metástasis a distancia. Las metástasis, además de localizarse en los ganglios linfáticos regionales, con mayor frecuencia se localizan en pulmones, hígado y huesos.

DiagnósticoArriba

Exploraciones complementarias

1. Pruebas bioquímicas básicas: VHS y proteína C-reactiva elevadas, hipopotasemia, hiperglucemia. En caso de metástasis extensas en el hígado, se observa un aumento de la actividad de las aminotransferasas, elevación de la fosfatasa alcalina e hiperbilirrubinemia.

2. Pruebas hormonales: en el caso de presencia de síntomas clínicos claros del carcinoma suprarrenal hay que limitar las pruebas a determinaciones en condiciones basales, para no retrasar el tratamiento quirúrgico. Se evidenciará exceso cortisólico en el contexto de un síndrome de Cushing. A menudo se determinan concentraciones muy altas de andrógenos en la sangre (testosterona y DHEA-S). Las concentraciones séricas elevadas de DHEA-S y de androstenodiona pueden constituir hallazgos tempranos. Una concentración elevada de 17-OH-progesterona demuestra trastornos de la esteroidogénesis. En caso de tumores neoplásicos clínicamente silentes, detectados por casualidad, todas las pruebas hormonales pueden ser normales.

3. Pruebas de imagen. TCRMN de abdomen y pelvis menor: permite establecer el diagnóstico de carcinoma suprarrenal con una alta probabilidad →tabla 11.5-1; TC de tórax, gammagrafía y PET-TC con 18F-FDG, RMN/TC ósea, RMN de cerebro: se realizan para evaluar la estadificación y la presencia de metástasis (en caso de su sospecha). Las pruebas de imagen permiten evaluar el tamaño, el grado de invasión local, la afectación ganglionar y la presencia de metástasis en el cáncer suprarrenal, y son imprescindibles para determinar la estadificación del mismo. Con mayor frecuencia se utiliza la clasificación propuesta por ENSAT y otra, muy parecida, es decir la clasificación TNM (2017). La clasificación más sencilla es la de los NIH:

1) forma localizada: sin invasión

2) forma regional: con infiltración de tejidos vecinos o de ganglios linfáticos

3) forma metastática: con metástasis a distancia. Las glándulas suprarrenales pueden ser asiento de metástasis de otras neoplasias; ocupan el cuarto lugar en frecuencia tras las metástasis pulmonares, hepáticas y óseas.

Criterios diagnósticos

Las pruebas de imagen tienen un valor decisivo. Sobre la base de los resultados obtenidos se establecerá la indicación de tratamiento quirúrgico; la sospecha de carcinoma suprarrenal constituye una contraindicación para la biopsia del tumor suprarrenal. El examen histológico después de la resección quirúrgica del tumor es decisivo para establecer el diagnóstico final (para determinar si se trata de carcinoma suprarrenal o metástasis de otras neoplasias en las glándulas suprarrenales).

TratamientoArriba

1. Tratamiento quirúrgico: el método de elección es la resección del tumor y de las metástasis en la medida de lo posible. En tumores >6-8 cm, así como en caso de sospecha de una invasión localizada o presencia de metástasis en los ganglios linfáticos regionales, el tratamiento quirúrgico laparoscópico no está recomendado, y se sugiere realizar una cirugía clásica. Si el enfermo tiene síntomas pronunciados de hipercortisolemia, hay que prepararlo para la intervención con un inhibidor de la esteroidogénesis (→más arriba).

2. Tratamiento farmacológico: administrar mitotano lo más pronto posible tras la resección del tumor y monitorizar la concentración del fármaco en el suero (objetivo: 14-20 mg/l). Se recomienda emplear este tratamiento en casos de carcinoma suprarrenal en el estadio III o IV según la clasificación ENSAT, con un índice de proliferación de Ki-67 >10 %, así como en tumores no resecados completamente. En enfermos con un menor riesgo de recidiva, la decisión se toma de manera individual. El fármaco tiene efectos tóxicos, entre otros sobre la médula ósea, el hígado y la placa neuromuscular. A causa de la inhibición temporal de la glándula suprarrenal contralateral por el mitotano, es necesario emplear un tratamiento de sustitución. Normalmente se necesitan dosis más altas de hidrocortisona que en un caso típico de enfermedad de Addison (el mitotano acelera su metabolismo hepático y aumenta la concentración de la proteína ligadora): 40-60 mg de hidrocortisona/d en 3 dosis divididas (p. ej. 30-20-10 mg). Algunos enfermos también precisan tratamiento con fludrocortisona.

En los casos de carcinoma localmente avanzado o sistémico, en centros oncológicos especializados, junto con el mitotano se administra también tratamiento sistémico (p. ej. con cisplatino, etopósido y doxorrubicina; otras opciones: gemcitabina con capecitabina, estreptozotocina con mitotano).

3. Radioterapia: no es un método terapéutico comúnmente aceptado; se aplica principalmente en el tratamiento de las metástasis.

4. Quimioembolización transarterial del tumor y, en caso de metástasis hepáticas no resecables, tratamiento local (p. ej. termoablación, radioembolización, quimioembolización).

ObservaciónArriba

Las pruebas de control realizadas cada 3-6 meses sirven para detectar la recaída (ecografía o TC abdominal, concentraciones de cortisol y DHEA-S), metástasis (ecografía y TC abdominal, radiografía o TC de tórax, PET-TC con 18F-FDG) y las complicaciones del tratamiento con mitotano (hemograma de sangre periférica, pruebas de función hepática, hormonas tiroideas libres, lipidograma).

PronósticoArriba

La supervivencia a los 5 años es de ~20 %. En la forma local es posible alcanzar una curación completa, pero la aparición de metástasis o la recaída durante el período de seguimiento (especialmente en el año que sigue a la primera intervención) empeora el pronóstico de una manera evidente. Solo excepcionalmente se logra la curación en pacientes con diagnóstico de carcinoma suprarrenal en la fase de invasión regional o de metástasis a distancia.

TABLASArriba

Tabla 11.5-1. Características típicas de los tumores suprarrenales en la TC y RMN

Característica

Adenoma

Carcinoma

Feocromocitoma

Metástasis neoplásicaa

Tamaño

Habitualmente <4 cmb

Habitualmente >4 cm

No hay reglas

No hay reglas

Forma

Redondeada/oval

Irregular

Generalmente redondeada/oval

Irregular o redondeada/oval

Bordes

Bien delimitados

Borrosos, pueden ser bien delimitados

Bien delimitados

Borrosos o bien delimitados

Estructura

Homogénea

No homogénea (focos de necrosis, hemorragias, calcificaciones)

No homogénea en tumores más grandes (presencia de pseudoquistes, lisis, hematomas y calcificaciones)

Homogénea o no homogénea (en tumores más grandes)

TC monofásicac

≤10 uds. Hd,e

>10 uds. H (habitualmente >30)

>10 uds. H (habitualmente >30)

>10 uds. H (habitualmente >30)

TC con contraste y evaluación de su lavadof

Lavado del contraste de >50 % 

Lavado del contraste de <50 %

Variable

Lavado del contraste de <50 %

Contenido de lípidos en la RMN

Ricod

Falta o pobre

Falta

Falta

Aumento de tamaño en pruebas de control

<0,5 cm/año (estable o lento)

>2 cm/año (rápido o muy rápido)

0,5-1 cm/año (frecuentemente lento)

En general rápido, no hay reglas

a Con mayor frecuencia cáncer renal y pulmonar.

b Los adenomas pueden alcanzar 10 cm, mientras que el mielolipoma, que no es un adenoma aunque es benigno, incluso >20 cm.

c Prueba realizada sin contraste.

d En la TC monofásica fenotipo benigno; habitualmente no es necesaria una prueba adicional con contraste.

e Los adenomas de la zona reticular pueden ser más pobres en lípidos y en este caso su densidad es de 10-20 uds. H.

f Prueba realizada antes de administrar un medio de contraste, en el 1.er minuto (evaluación del refuerzo) y 10 minutos después de la administración de contraste (evaluación del lavado).

uds. H — unidades de Hounsfield