Carcinoma escamocelular de piel

DEFINICIÓNArriba

El carcinoma escamocelular de piel es una neoplasia maligna de crecimiento lento y que provoca metástasis a distancia. Es un carcinoma de origen epitelial que se caracteriza por la diferenciación de las células hacia queratinocitos con queratosis. Se presenta sobre todo en la raza blanca. La forma bien diferenciada de esta neoplasia antes solía llamarse carcinoma espinocelular.

EPIDEMIOLOGÍAArriba

El carcinoma escamocelular es la segunda neoplasia de piel más frecuente (después del carcinoma basocelular).

ETIOPATOGENIAArriba

Los principales agentes etiológicos del carcinoma escamocelular de piel son la predisposición genética, radiación ultravioleta (en particular la UVB), exposición solar (sobre todo en la infancia), edad avanzada, sexo masculino, tez pálida, inmunosupresión (congénita y adquirida), presencia de cicatrices extensas (especialmente tras quemaduras) o de heridas sin cicatrizar (p. ej. en el curso del síndrome postrombótico).

CUADRO CLÍNICOArriba

El carcinoma escamocelular suele presentarse con más frecuencia en las zonas del cuerpo expuestas: cara, espalda, brazos y el labio superior. Se distinguen varias formas morfológicas de esta neoplasia: con más frecuencia se trata de una lesión descamativa, con queratosis, a menudo ulcerada y cubierta de costra (→fig. 24.8-4). También puede presentarse bajo la forma de nódulo, ulceración, pápula, infiltración plana o elevada, o de una lesión similar a una telangiectasia.

HISTORIA NATURALArriba

El carcinoma escamocelular suele ser de crecimiento lento, pero infiltra los tejidos circundantes y puede provocar metástasis en los ganglios linfáticos regionales y órganos lejanos.

DIAGNÓSTICOArriba

En caso de sospecha del carcinoma escamocelular, el diagnóstico debe confirmarse mediante un examen histológico. Si la lesión es extensa y no hay posibilidad de extirparla por completo, se examina una muestra de la zona limítrofe entre la neoplasia y la piel que contenga sus capas profundas (→Carcinoma basocelular de piel). Las lesiones de pequeño tamaño se extirpan por completo durante la biopsia. Si existe sospecha clínica de afectación ganglionar regional, debe realizarse una ecografía de este grupo de ganglios linfáticos y, eventualmente, PAAF. La confirmación del diagnóstico de cáncer debe acompañarse de una prueba de imagen adecuada para la detección de metástasis a distancia.

TRATAMIENTOArriba

El tratamiento más frecuente del carcinoma escamocelular consiste en una simple extirpación quirúrgica con un margen de tejidos sanos (en caso de necesidad, complementada con una cirugía plástica adecuada, o un injerto de piel a fin de cerrar la herida), acompañada de un examen histológico posoperatorio. También se recurre a la cirugía micrográfica de Mohs (→Carcinoma basocelular de piel). En casos particulares es posible aplicar la radioterapia como un método terapéutico independiente. La confirmación citológica o histológica de la presencia de metástasis en los ganglios linfáticos regionales constituye una indicación para la resección en bloque del correspondiente grupo de ganglios. En caso de esta neoplasia no se realiza la biopsia del ganglio centinela.

Se debe considerar radioterapia complementaria en los casos en los que no se ha realizado extirpación completa y no es posible extender el alcance de la cirugía y también a modo de complemento a la cirugía realizada a causa de una recaída local o afectación de los ganglios linfáticos. Las decisiones en cuanto al tratamiento de los enfermos con metástasis a distancia deben ser tomadas por un equipo de especialistas, teniendo en cuenta la posibilidad de quimioterapia o de incluir a los enfermos en ensayos clínicos sobre nuevos métodos de tratamiento. En caso de carcinoma escamocelular avanzado en enfermos no aptos para la cirugía o radioterapia radical, es posible utilizar cemiplimab.

OBSERVACIÓNArriba

Todos los enfermos tratados de carcinoma escamocelular padecen el riesgo de recurrencia local y diseminación neoplásica tanto a los ganglios linfáticos locales como a órganos lejanos. A los 5 años de la finalización del tratamiento, en ≤50 % de los enfermos puede aparecer un nuevo foco de carcinoma escamocelular o basocelular. Al realizar las pruebas de control, se recomienda efectuar una evaluación del lugar de la extirpación de la lesión primaria y de todas las demás lesiones de la piel. También se debe evaluar con precisión el estado de los ganglios linfáticos regionales y de los demás ganglios linfáticos disponibles al examen clínico (se puede considerar una ecografía periódica de estas zonas). Los controles deben repetirse cada 1-3 meses durante 2 años tras la finalización del tratamiento, cada 3-12 meses dentro de los siguientes 3 años y, a continuación, una vez al año (la frecuencia de los controles debe establecerse en función de la estadificación y diferenciación del cáncer).

SITUACIONES ESPECIALESArriba

El carcinoma escamocelular que se desarrolla en cicatrices de larga evolución o de una herida sin cicatrizar se denomina úlcera de Marjolin (→fig. 24.8-5).

Los enfermos que reciben tratamiento inmunosupresor padecen un mayor riesgo de desarrollar carcinoma escamocelular de piel. En este grupo de enfermos el curso de la enfermedad es más agresivo.

PRONÓSTICOArriba

El carcinoma escamocelular de piel se caracteriza por un pronóstico generalmente bueno. La supervivencia a los 5 años es de >90 %. Las metástasis se producen en un 3-5 % de los enfermos. La aparición de metástasis empeora considerablemente los resultados del tratamiento.

FIGURASArriba

Fig. 24.8-4. Carcinoma escamocelular de mejilla bien diferenciado

Fig. 24.8-5. Úlcera de Marjolin: carcinoma escamocelular sobre una cicatriz de quemadura