Gastritis por H. pylori

La infección se adquiere por vía oral, produce una respuesta inflamatoria, y al inicio un incremento de la secreción de ácido clorhídrico por estimulación de las células G, responsables de la producción de gastrina. La gastritis aguda puede evolucionar a gastritis crónica y a atrofia de la mucosa y aclorhidria. La gastritis crónica puede ser asintomática o manifestarse con dispepsia (para considerar la infección por Helicobacter pylori como la causa de la dispepsia es necesario que, tras el tratamiento de la infección, el paciente se mantenga completamente asintomático después de la erradicación, en caso contrario se debe diagnosticar una dispepsia funcional). Complicaciones y secuelas tardías: enfermedad ulcerosa gastroduodenal, cáncer gástrico, linfoma gástrico MALT, trombocitopenia inmune, anemia ferropénica, síndrome de sobrecrecimiento bacteriano a consecuencia de la aclorhidria.

PERSPECTIVA LATINOAMERICANA

La prevalencia en adultos jóvenes en México es de un 60 % (descenso de un 10 % en los últimos 10 años).

La prevalencia en Argentina es del 35,7 ± 3,8 %, siendo baja en la niñez, con un incremento en la adolescencia y un aumento notable >40 años.

La prevalencia en Chile es del 80 % en pacientes adultos.

Diagnóstico de la infección por H. pylori. Los hallazgos endoscópicos más frecuentes de la gastritis aguda son: pliegues engrosados, edematosos y endurecidos, así como erosiones e hiperemia de la mucosa. En la gastritis crónica: mucosa antral con aspecto en empedrado (gastritis nodular) y zonas de metaplasia intestinal, multifocales o limitadas a la región pilórica. El estudio histológico de las muestras de mucosa gástrica es necesario para evaluar el grado de gastritis crónica (detección y valoración del grado de atrofia de la mucosa y detección de metaplasia intestinal) y para detectar posible displasia epitelial. La toma de 2 muestras de la región pilórica, 2 del cuerpo y 1 de la incisura angular permite evaluar el grado y la extensión (región pilórica y/o cuerpo gástrico) de las lesiones atróficas según la clasificación OLGA/OLGIM.

Tratamiento de erradicaciónEnfermedad ulcerosa gástrica y duodenal; consigue la resolución de la infiltración inflamatoria. Sin embargo, reducirá el riesgo de cáncer gástrico solo cuando la erradicación se haya realizado antes de la aparición del estado precanceroso (atrofia o metaplasia intestinal de la mucosa gástrica).

Vigilancia: en pacientes con lesiones atróficas avanzadas de la mucosa (OLGA/OLGIM III o IV) la gastroscopia debe realizarse cada 3 años (cada 1-2 años en pacientes con antecedentes familiares de cáncer de estómago).