Definición y etiopatogeniaArriba
Con mayor frecuencia es el adenocarcinoma derivado del epitelio mucoso de la vesícula biliar. Factores de riesgo: litiasis de la vesícula biliar de muchos años de evolución (sobre todo cálculos >3 cm; litiasis vesicular en ~80 % de los casos; se identifica una neoplasia incidental en ~1 % de las colecistectomías realizadas por litiasis), quistes de las vías biliares, pólipo vesicular >1 cm, síndrome de poliposis familiar →Poliposis adenomatosa familiar.
PERSPECTIVA LATINOAMERICANA
En 2018 en América Latina se informaron 15 114 nuevos casos de CVB y 11 097 muertes relacionadas con ese diagnóstico. Las tasas más altas se notifican en Bolivia (14,0/100 000 habitantes) y Chile (9,3/100 000 habitantes), donde el CVB es la segunda causa más frecuente de muerte por cáncer en mujeres.
CUADRO CLÍNICO E HISTORIA NATURALArriba
Manifestaciones poco características. Se presentan por lo general de forma tardía (el diagnóstico se realiza en una fase inoperable), es frecuente el dolor en la región subcostal derecha de tipo sordo irradiado hacia el lado derecho de la columna vertebral y hacia la región interescapular; ictericia y prurito (por infiltración tumoral de la vía biliar, lo cual empeora el pronóstico); náuseas y vómitos; pérdida de apetito, pérdida de peso; tumoración palpable en el hipocondrio derecho.
DiagnósticoArriba
Exploraciones complementarias
1. Pruebas de laboratorio: elevación de la actividad sérica de ALP y GGT, de la concentración de bilirrubina, actividad de ALT y AST (en fases muy avanzadas de la enfermedad con infiltración o metástasis hepáticas); aumento de CEA y CA 19-9.
2. Pruebas de imagen. Ecografía: puede evidenciar engrosamiento en la pared, tumor endoluminal (los pólipos <1 cm pocas veces son malignos) o que infiltra el parénquima hepático adyacente. Ecoendoscopia: facilita la determinación de la profundidad de la infiltración y de la existencia de adenopatías locales. TC: información similar a la ecografía, además evaluación de la topografía de las lesiones, de las adenopatías regionales y de la infiltración hepática. CPRM y CPRE: pueden evidenciar estenosis del segmento central de las vías biliares, indicativo de infiltración por el cáncer.
Criterio diagnóstico
Sospecha basada en los resultados de las pruebas de imagen. Un 25-90 % de los pólipos de la vesícula biliar de >1 cm de diámetro tiene carácter neoplásico, a menudo maligno. Es difícil diferenciar un cáncer de un adenoma sobre la base de un material citológico de biopsia con aguja fina, por lo que la detección de una lesión en la pared vesicular de >1 cm de diámetro es una indicación de colecistectomía (diagnóstico seguro a partir del examen histológico de la vesícula extirpada).
TRATAMIENTOArriba
1. Tratamiento con intención de curar: tratamiento quirúrgico (la intervención radical es posible solo en la fase inicial de la enfermedad); colecistectomía abierta (extirpación de la vesícula con margen hepático ~2 cm + eliminación de los ganglios linfáticos regionales). Si se diagnostica un cáncer de vesícula localmente no avanzado tras el estudio histológico después de una colecistectomía laparoscópica, no se requiere reintervención abierta.
2. Tratamiento paliativo: drenaje biliar endoscópico con colocación de stent para reducir los síntomas colestásicos. También se aplica el tratamiento sistémico, como en el cáncer de las vías biliares.
PRONÓSTICOArriba
La supervivencia media es de ~6 meses. La supervivencia a los 5 años depende del estadio clínico: desde >90 % en el grado I, hasta máx. el 15 % en el grado IV (según la clasificación TNM).