Beneficios potenciales
El principal beneficio que ofrece la vacuna es protección frente a la COVID-19 (frente a la enfermedad grave y sus secuelas a largo plazo), no solo para la persona vacunada, sino también para las personas de contacto, puesto que la vacuna también reduce el riesgo de que se contagien. Sin embargo, la magnitud de los beneficios potenciales depende de las probabilidades de que:
1) la persona vacunada tenga contacto con el virus (lo cual depende de la incidencia local en ese momento determinado y de la exposición profesional a la infección)
2) la persona sufra complicaciones graves o fallezca a causa de la COVID-19 (lo que depende principalmente de la edad, pero también de las enfermedades concomitantes u otros factores de riesgo asociados al estado de salud).
Asimismo, los beneficios potenciales se acumulan cada día después de la vacunación (en el período de exposición a la infección). Para ilustrar la relación entre los beneficios y los eventos adversos potenciales asociados a la vacuna, hemos elegido aquellos efectos que se pueden considerar comparables a los eventos adversos más graves, como la forma de trombosis mencionada previamente (VITT). Hemos indicado el número de personas (en grupos de edad) en las que se puede prevenir la hospitalización en la unidad de cuidados intensivos (UCI) gracias a la vacuna. Presentamos 3 escenarios distintos en función de los niveles de exposición a la infección (probabilidad de infección alta, media y baja) junto con los beneficios a 16 semanas en cada uno de ellos.
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