Guías de la ESPGHAN
Casi al mismo tiempo que las guías de la AGA, se publicaron las guías de la ESPGHAN sobre:
1) el uso de probióticos en el tratamiento de la diarrea aguda9 y
2) el uso de probióticos en bebés prematuros10.
Aunque las guías de la ESPGHAN hagan referencia a la población europea, han considerado todos los ensayos sin importar su lugar de realización. A pesar de haber empleado una metodología similar (revisión sistemática con metaanálisis de ensayos aleatorizados, metaanálisis en red en el caso de la ECN y metodología GRADE para evaluar la fuerza de recomendación y la calidad de los datos), estas guías no coinciden con las de la AGA. La tabla 3 (disponible aquí) resume las recomendaciones de la ESPGHAN y la AGA.
Tratamiento de la diarrea infecciosa aguda en niños
En el análisis se incluyeron 150 ensayos aleatorizados. Según el Grupo de Trabajo de Probióticos de la ESPGHAN, en el tratamiento de la diarrea infecciosa aguda en niños se puede considerar el uso de probióticos de acción demostrada para complementar la terapia de rehidratación. Los siguientes son algunos de esos probióticos (todos tienen una fuerza de recomendación débil y una calidad de datos baja o muy baja):
1) L. rhamnosus GG (≥1010 UFC al día durante 5-7 días)
2) S. boulardii (250-750 mg al día durante 5-7 días)
3) L. reuteri DSM 17 938 (1 × 108 do 4 × 108 UFC al día durante 5-7 días).
Por otro lado, no se deben administrar L. helveticus R0052 ni L. rhamnosus R0011 [F/M].
Prevención de la enterocolitis necrosante en bebés prematuros
La tabla 3 (disponible aquí) presenta las recomendaciones detalladas de la ESPGHAN sobre el uso de probióticos en la prevención de la ECN. Si se cumplen todas las condiciones de seguridad (...), se recomienda el uso condicional de:
1) L. rhamnosus GG ATCC 53 103 a dosis de entre 1 × 109 y 6 × 109 UFC al día [D/B]
2) B. infantis Bb-02, B. lactis Bb-12, S. thermophilus TH-4 en dosis de 3,0-3,5 × 108 UFC al día (de cada cepa) [D/B].
Los expertos de la ESPGHAN no solo indican las cepas recomendadas, sino también aquellas que no se deberían administrar. Asimismo, han señalado que ninguno de los probióticos analizados mostró eficacia en todos los criterios de valoración relevantes, entre los que se incluyeron la sepsis, la ECN y la mortalidad.