Pancreatitis
Pancreatitis secundaria a SARS-CoV-2
Las complicaciones respiratorias son la consecuencia más frecuente de la infección por SARS‑CoV‑2, así como la principal causa de mortalidad. Sin embargo, durante la infección suelen presentarse síntomas en otros órganos. Debido a la presencia del receptor de la enzima convertidora de angiotensina 2, los epitelios del tracto digestivo, en especial las células foliculares y las células de los islotes pancreáticos, son objeto del ataque del virus. Los numerosos informes de episodios de pancreatitis aguda (PA) secundaria a la infección por SARS‑CoV‑2 son prueba de ello. Sin embargo, no se ha explicado del todo si los signos clínicos de la PA son consecuencia de un daño pancreático causado directamente por el SARS‑CoV‑2, o si entran dentro del cuadro de respuesta inflamatoria sistémica intensa. Como los datos recopilados hasta ahora son relativamente escasos e incompletos, ha sido complicado aclarar esta duda. No obstante, los resultados de un estudio de cohortes prospectivo, internacional y multicéntrico han arrojado algo de luz al asunto. Esta investigación incluyó a 1777 enfermos con PA ingresados durante la pandemia de COVID-19, entre el 1 de marzo y el 23 de julio de 2020.1 En 149 (8,3 %) se confirmó la infección por SARS‑CoV‑2. De los pacientes con resultado positivo en la RT-PCR y/o cuadro característico en la tomografía computarizada (TC) de tórax, la mayoría eran hombres (63 % de los infectados) y aproximadamente 5 años mayores (edad pormedio aprox. 60 años) que las personas no infectadas. Además, las personas infectadas por SARS-CoV-2 desarrollaron con bastante más frecuencia PA grave (22,6 % vs. 6,3 %; p <0,001) y síndrome de dificultad respiratoria aguda (SDRA; 13,6 % vs. 4 %; p <0,001). En un análisis que tuvo en cuenta la influencia de los factores de confusión (edad, sexo, consumo de tabaco, etiología de la PA [alcohólica, idiopática, desconocida, otra], resultado en la escala ECOG, gravedad de la PA de acuerdo con la clasificación clínica de Atlanta), se demostró que estos pacientes también presentaban mayor riesgo de: fallo orgánico persistente (OR 2,77; IC 95 %; 1,43-5,39) y estancia prolongada en el hospital (OR 1,32; IC 95 %; 1,16-1,50). Además, en este grupo de pacientes se observó una mayor mortalidad a 30 días: 14,7 % vs. 2,6 % (OR 2,41; IC 95 %: 1,02-5,71).
Resumiendo: en los pacientes con PA e infección por SARS‑CoV‑2, se observa una mortalidad hospitalaria elevada y un peor curso clínico a causa de la gravedad de la PA, la mayor duración de la estancia hospitalaria y la incidencia más frecuente de fallo orgánico. Estos hechos se deben tener en cuenta para pronosticar la gravedad de la PA y optimizar la terapia.