Trombosis de la vena porta en los enfermos con cirrosis hepática
Recomendaciones e indicaciones
1. Excepto en los enfermos en espera de un trasplante hepático, no se sabe si la trombosis de la vena porta en los pacientes con cirrosis hepática es simplemente un reflejo del aumento de la hipertensión portal o una causa independiente del aumento de la mortalidad.2
2. En los receptores de trasplante hepático, la trombosis de la vena porta en el momento del trasplante está asociada a una mortalidad posoperatoria elevada, pero no hay datos suficientes para recomendar el tratamiento anticoagulante antes del trasplante con el objetivo de aumentar sus probabilidades de éxito.2
3. En los pacientes con cirrosis hepática, es imprescindible realizar una prueba de imagen con contraste para descartar la obstrucción de la vena porta causada por un hepatocarcinoma (CHC).2
4. En los pacientes con cirrosis hepática y trombosis de la vena porta y/o mesentérica, se debe ampliar el diagnóstico en busca de trombofilia si presentan:
1) historial de trombosis
2) trombosis en vasos atípicos (p. ej. venas hepáticas) o
3) antecedentes familiares de trombosis.1
Comentario
El factor de riesgo principal para el desarrollo de trombosis de la vena porta en los pacientes con cirrosis hepática es la enfermedad hepática avanzada.14
En bastantes ocasiones, los pacientes con cirrosis hepática presentan un hepatocarcinoma que afecta a la vena porta, por lo que es necesario descartar el trombo neoplásico mediante una TC con contraste.
Recomendaciones y consejos
1. En los pacientes con cirrosis hepática, la implementación del tratamiento anticoagulante se debe sopesar según cada caso teniendo en cuenta los beneficios esperados y la reducción del riesgo de progresión del trombo, fenómeno que podría empeorar la hipertensión portal o dificultar el trasplante de hígado.2
2. En los pacientes con cirrosis hepática y trombosis reciente de las ramas intrahepáticas pequeñas de la vena porta u obstrucción pequeña (<50 % de la luz) del tronco de la vena porta, se aconseja seguimiento (pruebas de imagen cada 3 meses) sin implementar anticoagulación, que se deberá considerar en caso de que el trombo progrese.2
3. En los pacientes con cirrosis hepática y trombosis reciente total o parcial (>50 % de la luz) del tronco de la vena porta o mesentérica, se debe considerar el tratamiento anticoagulante para prevenir la progresión de la trombosis.2
4. En los enfermos con cirrosis hepática y trombosis completa aguda del tronco de la vena porta o mesentérica, se sugiere administrar tratamiento anticoagulante durante 6 meses, y durante más tiempo en los pacientes en espera de un trasplante de hígado.1 [D/MB]
5. En los pacientes con cirrosis hepática y trombosis crónica de la vena porta, se sugiere administrar un tratamiento anticoagulante en caso de trombofilia congénita diagnosticada, progresión del trombo y antecedentes de isquemia intestinal causada por la afectación trombótica de la vena mesentérica, así como considerar el tratamiento anticoagulante en los pacientes aptos para el trasplante hepático.1 [D/MB]
6. El uso de un tratamiento anticoagulante en los pacientes con cirrosis hepática conlleva riesgo de hemorragia por causas distintas a la hipertensión portal, pero no difiere del riesgo en la población general. Este tratamiento tampoco aumenta el riesgo de hemorragia asociada a hipertensión portal.2
7. No se ha demostrado que los pacientes con trombosis completa crónica o transformación cavernomatosa de la vena porta se beneficien del tratamiento anticoagulante o quirúrgico, por lo que el tratamiento debe centrarse en prevenir las complicaciones de la hipertensión portal.2