Guías BTS 2022: clasificación para un viaje en avión

07.10.2022
Podróże lotnicze osób z chorobą układu oddechowego
Elaborado por: Małgorzata Bulanda (MD, PhD), Filip Mejza (MD, PhD)
A partir de: R.K. Coker, A. Armstrong, A.C. Church, S. Holmes, J. Naylor, K. Pike, P. Saunders, K.J. Spurling, P. Vaughn: BTS Clinical Statement on air travel for passengers with respiratory disease, Thorax, 2022, 77: 329-350

Clasificación para un viaje en avión

No existen datos de buena calidad que permitan indicar de manera inequívoca las enfermedades pulmonares que requieran evaluación del sistema respiratorio previa a un viaje, por lo que las recomendaciones se basan principalmente en la opinión de expertos. Se sugiere que la clasificación para un viaje en avión en adultos, niños y lactantes se realice en las situaciones clínicas enumeradas en la tabla 1.

En todos los enfermos se debe realizar una detallada anamnesis y exploración física. La anamnesis debe incluir:

1) síntomas clínicos, capacidad de esfuerzo, presencia y curso de las últimas exacerbaciones, tratamiento actual
2) experiencias anteriores con viajes en avión
3) datos relativos al viaje programado, incluido
a) el número de vuelos, el momento (de día o de noche) y la duración del vuelo
b) las eventuales escalas e información sobre el destino (calidad de aire, altitud s. n. m. e instalaciones médicas disponibles)
c) duración de la estadía fuera del domicilio
d) programación del viaje de regreso.

Si los datos de la anamnesis y la exploración física indican un riesgo elevado durante el vuelo, se debe derivar al paciente a un especialista en enfermedades pulmonares.

La prueba de tamizaje más sencilla, que suele realizarse en primer lugar, es la pulsioximetría. En general, las personas con SpO2 >95 % no requieren oxígeno complementario durante el vuelo. A menudo, los parámetros de función pulmonar son poco útiles para evaluar el riesgo de hipoxemia durante el vuelo en personas con enfermedades respiratorias crónicas. En enfermos con EPOC, enfermedad pulmonar intersticial o con deformación de la pared torácica, los cambios en la SpO2 durante el test de marcha de 6 minutos (6MWT) o el test de lanzadera por tramos (SWT) guardan una relación parcial con los resultados del test de hipoxia: los enfermos en los cuales la SpO2 durante la prueba no disminuye <84 %, en general no requieren oxigenoterapia complementaria durante el vuelo.

En la clasificación de algunos enfermos para el vuelo se sugiere realizar el test de hipoxia. Normalmente, esta prueba se realiza en centros especializados y puede ayudar a tomar la decisión sobre la necesidad de oxígeno complementario durante el vuelo y a determinar el flujo de oxígeno adecuado en una persona con enfermedad respiratoria. Se debe subrayar que la mayoría de los pacientes no requiere el test de hipoxia antes del vuelo.

En general, es posible clasificar para un viaje en avión sin la necesidad de realizar el test de hipoxia a los enfermos:

1) con SpO2 ≥95 % y una gravedad de disnea <3 en la escala mMRC
2) con una enfermedad estable (sin antecedentes recientes de hospitalización, exacerbaciones ni modificaciones importantes del tratamiento), que tuvieron el test de hipoxia en el pasado.

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