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Asma
1. Antes de emprender un viaje en avión es necesario optimizar el control del asma, prestando especial atención en la técnica de inhalación de los fármacos y dejando de fumar.
2. Los fármacos e inhaladores deben transportarse en el equipaje de mano para reducir el riesgo de perderlos. Los fármacos utilizados de emergencia (incluido el inhalador con salbutamol) deben estar de fácil acceso durante el vuelo.
3. En caso de exacerbación del asma durante el vuelo, el enfermo debe recibir su propio fármaco broncodilatador (en caso de necesidad mediante cámara espaciadora). Si el enfermo no dispone de inhalador, este puede estar disponible a bordo de avión en el kit de fármacos de rescate (las cámaras espaciadoras no están comúnmente disponibles). Si los síntomas no se resuelven tras la administración de un broncodilatador de acción rápida o recidivan, el pasajero debe notificarlo a la tripulación de cabina.
4. Los enfermos con asma grave deben consultar el vuelo con un neumólogo y considerar llevar en el equipaje de mano un glucocorticoide oral. También deben llevar consigo un plan de actuación escrito para el control del asma.
5. La alergia alimentaria se presenta en un 8,5 % de los niños y adultos con asma, y el asma es un factor de riesgo de anafilaxia grave. Los pasajeros con alergia alimentaria deben tomar precauciones, sobre todo informar a la tripulación sobre la alergia y, en la medida de lo posible, no comer durante el vuelo o comer solo comida propia. Las personas con autoinyectores de adrenalina recetados deben tener acceso fácil a los mismos.
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