Nódulos tiroideos - página 2

Guzki tarczycy
Piotr Miśkiewicz (MD, PhD), Tomasz Bednarczuk (MD, PhD)

¿Cuáles son las formas de tratamiento?

El tratamiento de los nódulos tiroideos depende de varios factores. El médico endocrinólogo toma la decisión respecto al tratamiento, teniendo en cuenta, entre otros, los siguientes aspectos:

• molestias indicadas por el paciente,
• edad del enfermo, enfermedades coexistentes,
• curso actual de la enfermedad,
• historia familiar,
• resultados de las pruebas de laboratorio, de imagen (ecografía) o de la PAAF,
• opinión del enfermo (p. ej. el miedo al cáncer puede ser una indicación para el tratamiento quirúrgico).

En los nódulos tiroideos y en el bocio nodular se pueden adoptar las estrategias de actuación descritas más adelante.

Observación

En la mayoría de las lesiones tiroideas pequeñas que no causan molestias y no son malignas, solo se realiza una observación periódica (mediante exploración física, ecografía y, eventualmente, PAAF). A menudo esta observación se realiza durante muchos años y es posible que el enfermo no requiera nunca un tratamiento específico.

Tratamiento farmacológico

En algunos casos el médico decide iniciar el tratamiento con levotiroxina a dosis supresivas (dosis que aproximan el nivel de TSH hacia el límite inferior de la normalidad) con el fin de reducir el tamaño de los nódulos. Debido a la baja eficacia y a las complicaciones del tratamiento crónico con levotiroxina a dosis supresivas (riesgo de sobredosis y de causar manifestaciones del hipertiroidismo), en la actualidad este tratamiento se utiliza con poca frecuencia.

Si se diagnostica hipertiroidismo en un paciente con nódulo(s) tiroideo(s), en primer lugar se administran antitiroideos (véase Hipertiroidismo).

En caso de hipotiroidismo, el tratamiento se inicia con la administración de preparados de levotiroxina (véase Hipotiroidismo).

Tratamiento con yodo radioactivo (131I)

En casos seleccionados (p. ej. nódulos “calientes” con hipertiroidismo acompañante), el médico indica un tratamiento con yodo radioactivo (véase Hipertiroidismo). Es necesario recordar que este tratamiento está absolutamente contraindicado en mujeres con embarazo planificado o actual, así como en lactantes.

Tratamiento quirúrgico (tiroidectomía)

Está absolutamente indicada en caso de sospecha o diagnóstico de cáncer de tiroides. Además, el tratamiento quirúrgico se considera en caso de grandes nódulos tiroideos o un aumento significativo de la tiroides con numerosas lesiones nodulares (bocios nodulares), sobre todo si se presentan manifestaciones por compresión de la tráquea o del esófago. La extensión de la cirugía puede ser muy variada —desde la extirpación parcial del lóbulo con el nódulo hasta la eliminación completa de la tiroides— y se determina individualmente para cada enfermo. Después de la intervención, el paciente por lo general tiene que recibir hormonas tiroideas de forma crónica (levotiroxina). Desafortunadamente, es necesario tener en cuenta las posibles complicaciones de la cirugía. Entre las complicaciones posoperatorias graves se encuentran: paresia/parálisis de una o ambas cuerdas vocales debido al daño perioperatorio de los nervios laríngeos recurrentes e hipoparatiroidismo transitorio o permanente. Las indicaciones para la cirugía, su extensión, curso y posibles complicaciones deben comentarse con el cirujano.

¿Es posible la curación completa?

La curación completa es posible solamente con el tratamiento quirúrgico. Sin embargo, el paciente tiene que acudir periódicamente a visitas de control y tomar preparados de levotiroxina con regularidad para evitar el recrecimiento del tejido tiroideo.

¿Qué se debe hacer después de finalizar el tratamiento de nódulos tiroideos?

En caso de nódulos tiroideos pequeños no malignos que no conllevan hipertiroidismo, está indicada solamente una vigilancia regular del estado del paciente. En los pacientes con nódulos tiroideos sometidos al tratamiento quirúrgico o tratados con yodo radioactivo, es necesaria una vigilancia regular y, frecuentemente, el uso de preparados de levotiroxina de por vida.

¿Cómo evitar los nódulos tiroideos?

En el marco de una vida saludable, es necesario aportar una cantidad suficiente de yodo con la dieta. Además del consumo de sal de mesa fortificada con yodo, se recomienda el consumo de alimentos ricos en yodo (como p. ej. pescado de mar) y la toma de preparados orales de yodo en embarazadas y mujeres lactantes. Un aporte suficiente de yodo disminuye el riesgo de desarrollar bocio parenquimatoso y nódulos tiroideos.

Otro factor modificable importante es el abandono del hábito tabáquico, puesto que se ha demostrado que se relaciona con el desarrollo de nódulos tiroideos. Las enfermedades autoinmunes de la tiroides (p. ej. enfermedad de Graves-Basedow, enfermedad de Hashimoto) dependen de la predisposición genética, que no es modificable. Las personas con antecedentes familiares de enfermedades autoinmunes de la tiroides deben informarlo a sus médicos, para evitar la administración de fármacos que pueden influir en el desarrollo de la enfermedad.

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