Cardioversor-desfibrilador implantable

en. implantable cardioverter-defibrillator (ICD)

El cardioversor-desfibrilador implantable (CDI) es un dispositivo automático programable antiarrítmico con las siguientes funciones:

1) reconocimiento de taquiarritmias y bradiarritmias

2) desfibrilación de alta energía (hasta 30-40 J, más frecuentemente eficaces 10-20 J) para interrupción de la FV o de la TV muy rápida (fig. I.G.4-5)

3) estimulación antiarrítmica para la interrupción de la TV (cómodo para el enfermo y muy eficaz)

4) estimulación contra la bradicardia

5) registro del ECG con la posibilidad de recuperación del trazado en el momento de la incidencia de la arritmia

6) otras, p. ej. estimulación en la resincronización biventricular.

La corriente de desfibrilación fluye a través del corazón entre la cubierta del CDI (alrededor del hombro izquierdo) y el electrodo del ventrículo derecho. El CDI tiene un peso de ~70 g. Su vida útil es de ~5 años.

Una variedad del CDI intracardíaco es un dispositivo completamente subcutáneo (S-CDI). El sistema consiste en 2 electrodos subcutáneos y un cardioversor-desfibrilador. Proporciona una desfibrilación efectiva, pero no permite diferentes formas de electroestimulación.

Otra variedad es el cardioversor-desfibrilador externo que el paciente lleva temporalmente como chaleco. El dispositivo reconoce la TV o la FV y las interrumpe eficazmente mediante una descarga eléctrica.

Descripción del procedimientoArriba

La forma de implantar el CDI es similar a la del estimulador cardíaco. Según las indicaciones, el sistema es de una sola cámara (1 electrodo receptor, estimulador y desfibrilador en el ventrículo derecho) o bicameral (electrodo adicional en la aurícula derecha: permite la estimulación bicameral, algoritmo adicional de diferenciación de arritmias). Durante el procedimiento, se induce adicionalmente FV para confirmar el diagnóstico correcto y la interrupción de la arritmia. Estudios recientes han cuestionado la conveniencia de realizar esta prueba de desfibrilación.

La preparación del paciente es la misma que para la implantación del estimulador.

IndicacionesArriba

Indicaciones para la implantación del desfibrilador intracardíaco, subcutáneo y externo tipo chaleco, tab. I.G.2-7 y tab. I.G.2-8.

ContraindicacionesArriba

1) TVFV provocadas por causas claramente reversibles o transitorias (p. ej. las primeras 24-48 h del infarto agudo, miocarditis aguda)

2) TV incesante

3) FV secundaria a la preexcitación

4) supervivencia esperada del paciente en buen estado <1 año

5) infección local o generalizada

ComplicacionesArriba

La mortalidad perioperatoria es <1 % y se debe principalmente a la presencia de daños cardíacos y a insuficiencia cardíaca avanzada. Las complicaciones son similares a las de la implantación de estimuladores cardíacos.

Cuidado del paciente con CDI implantadoArriba

El paciente con CDI, al igual que el paciente con estimulador implantado, requiere un control sistemático en una clínica especializada. La primera visita debe tener lugar después de 2-12 semanas, y las siguientes al menos cada 6 meses. La frecuencia de las pruebas de control en un paciente específico está determinada por factores similares a los de un paciente con estimulador, teniendo en cuenta además: la frecuencia de las intervenciones CDI, su eficacia, la realización de intervenciones injustificadas, las tormentas eléctricas, el uso de fármacos que pueden afectar al umbral de desfibrilación (p. ej. la amiodarona, un fármaco que provoca el aumento de este umbral). Al igual que con el estimulador cardíaco implantado, se ha introducido la posibilidad de monitorizar a distancia a los pacientes con CDI desde casa, lo que permite un control más frecuente, incluso diario, y estricto del dispositivo y una mejor atención, especialmente para los pacientes con insuficiencia cardíaca.

Problemas específicos del paciente con CDI:

1) descargas eléctricas inadecuadas por taquicardia sinusal, FA, FLA, taquicardia supraventricular, TVNS o cuenta de las ondas T por el dispositivo. Las descargas eléctricas inadecuadas ocurren en el 19-35 % de los pacientes. La mayoría de los pacientes sienten que la descarga del CDI es muy desagradable, por lo que esta complicación reduce significativamente su calidad de vida. Para reducir el riesgo de descargas eléctricas inadecuadas, el CDI debe programarse individualmente y, en casos seleccionados, deben utilizarse fármacos antiarrítmicos o la ablación para prevenir arritmias coexistentes.

2) tormentas eléctricas: este problema ocurre en ~10 % de los pacientes con CDI. El paciente requiere ser remitido rápidamente a un centro especializado para el control del CDI, su reprogramación, la realización de pruebas adicionales con el fin de aclarar las causas y el tratamiento posterior, incluida la ablación en un centro electrofisiológico experimentado.

Se ha demostrado que la intervenciones del CDI utilizando shock eléctrico pueden empeorar el pronóstico.

Por lo tanto, es importante optimizar la programación del dispositivo para reducir las descargas debidas a arritmias ventriculares paroxísticas y aumentar la posibilidad de interrumpir las TV rápidas mediante una estimulación antiarrítmica, sin shock eléctrico.