Ultrasonografia

La ecografía se utiliza de forma generalizada para diagnosticar el derrame pleural (fig. II.B.4-31). Permite localizar incluso acumulaciones pequeñas de <50 ml y establecer el lugar de punción óptimo. Además, puede revelar tabiques y alteraciones sólidas en la acumulación. La ecografía se utiliza para diagnosticar enfermedades pleurales y alteraciones adheridas a la pared torácica, principalmente con el objetivo de realizar una punción precisa en el derrame pleural o una biopsia de la alteración sólida. Esta prueba también es útil para detectar neumotórax.

 La ecografía del parénquima pulmonar es útil a la hora de examinar enfermos hospitalizados por una insuficiencia respiratoria aguda, puesto que se trata de una prueba de cabecera segura, sencilla, barata y accesible, cuando el resto de pruebas de imagen tienen un valor limitado. En estos enfermos, la prueba, siguiendo el protocolo BLUE (Bedside Lung Ultrasound in Emergency), permite diagnosticar las causas más comunes de la insuficiencia respiratoria aguda. En la prueba se identifica la línea pleural (fig. II.B.4-32), lo cual permite evaluar la movilidad respiratoria de los pulmones, que se encuentra suprimida, p. ej., en los casos de neumotórax y, en ocasiones, también en neumonías. Los síntomas dependientes de los artefactos formados en el límite entre el pulmón y la pleura comienzan desde la línea pleural. Un parénquima pulmonar bien ventilado origina reflejos múltiples, esto es, unos artefactos conocidos como líneas A. En los enfermos con insuficiencia respiratoria, el perfil A se observa en el asma, la EPOC y el tromboembolismo pulmonar (en combinación con un resultado positivo en la ecografía por compresión del sistema venoso de las extremidades inferiores). Cuando aparecen áreas de rellenos alveolares que llegan al perímetro del pulmón, en la ecografía dominan los signos de la cola de cometa conocidos como líneas (perfil) B (fig. II.B.4-33). En los enfermos con insuficiencia respiratoria, el perfil B se encuentra en los casos de edema pulmonar y neumonía. El perfil B presente en un pulmón y el perfil A en el lado opuesto (perfil AB) se observa en neumonías, atelectasias y contusiones pulmonares. Si las consolidaciones sólidas (áreas de rellenos alveolares totales) llegan al perímetro pulmonar, se observa una imagen de parénquima pulmonar sin aire (fig. II.B.4-34), que se define como perfil C.

La ecografía transesofágica (EUS) permite analizar los vasos pulmonares centrales y los ganglios inflamados (de algunos grupos), así como realizar una biopsia dirigida. La ecografía endobronquial (EBUS) refleja con precisión las alteraciones en las paredes traqueal y bronquial hasta los bronquios segmentarios, así como las alteraciones adheridas al árbol bronquial (p. ej. ganglios inflamados), y facilita su biopsia.