Neumonía organizada criptogenética (NOC)

ing. cryptogenic organizing pneumonia

Anteriormente, la NOC se conocía como bronquiolitis obliterante con neumonía organizada (BONO). La forma idiopática suele afectar a personas en la 5.ª o 6.ª década de vida, pero también se ha observado en niños.

Cuadro clínico: en ~40 % de los casos, el inicio de la NOC recuerda a una infección vírica aguda con síntomas pseudogripales: los pacientes presentan tos, disnea, aumento de temperatura corporal, debilidad, falta de apetito y pérdida de masa corporal. También existen formas muy agudas y que cursan con fibrosis. En la exploración física se aprecian crepitaciones sobre ambos pulmones.

Diagnóstico: en la radiografía se observan consolidaciones parenquimatosas bilaterales con patrón moteado. En la TC de alta resolución, suelen observarse consolidaciones con patrón moteado y distribución subpleural y peribronquial, en un 60 % de los casos asociadas a alteraciones en vidrio deslustrado (→fig. II.E.1-3), con menor frecuencia nódulos. A veces se observa una variabilidad de la imagen radiológica. Las alteraciones deben diferenciarse de la neumonía eosinofílica o de las enfermedades en las que la neumonía organizada representa una reacción a otra patología. Imagen histopatológica →cap. II.B.9.

Tratamiento: en ocasiones, los signos y las alteraciones radiológicas remiten con mucha rapidez tras la administración de glucocorticoides, pero la dosis y la duración de tratamiento óptimas no se han definido. Por lo general, se empieza por una dosis de prednisona de 0,75 mg/kg, que se va reduciendo con el paso de unas semanas. A menudo ocurren recidivas, sobre todo si el tratamiento dura menos de 6 meses. En esos casos, se puede considerar prolongar el tratamiento. Generalmente el pronóstico es bueno y ⅔ de los pacientes se curan. En un 10-15 % de los casos, la enfermedad progresa a pesar del tratamiento.