Neoplasias que llevan al hipopituitarismo

Las neoplasias de la región selar constituyen la causa más frecuente de hipopituitarismo (~50 % de los casos). Un crecimiento local del tumor puede llevar a la compresión e infiltración de la parte glandular de la hipófisis, de los núcleos hipotalámicos o de los vasos sanguíneos del sistema portal de la hipófisis.

1. Adenomas hipofisarios

Los pequeños adenomas hipofisarios (microadenomas, es decir, de <10 mm de diámetro) no suelen causar hipopituitarismo. De entre los adenomas grandes (macroadenomas), los tumores invasivos son los que con más frecuencia llevan a la disfunción hipofisaria: los no funcionantes y los secretores de hormonas glucoproteicas o de sus subunidades libres. Los macroadenomas secretores de prolactina y GH raras veces constituyen la causa del hipopituitarismo.

2. Neoplasias hipofisarias primarias y metástasis neoplásicas (→cap. IV.A.3.1.1).

TratamientoArriba

El tratamiento de las neoplasias que llevan al hipopituitarismo abarca el tratamiento de restitución para compensar los déficits hormonales y el tratamiento causal

1) quirúrgico: método de elección en todos los casos de adenomas hipofisarios (con excepción del prolactinoma), tumores disontogénicos (es decir, los que se desarrollan de la bolsa de Rathke) y otras neoplasias paraselares (a excepción del germinoma)

2) farmacológico: fármacos dopaminérgicos en caso de prolactinoma o análogos de la somatostatina como preparación para el tratamiento neuroquirúrgico en caso de somatotropinoma o tirotropinoma

3) radioterapia: está indicada en caso de germinoma; también cabe considerarla en casos de otros tumores no quirúrgicos o de recaída no quirúrgica tras la neurocirugía radical

4) quimioterapia: en caso de metástasis en la hipófisis o como tratamiento complementario en pacientes con neoplasias quimiosensibles del SNC.