Tiroiditis indolora (silente) y tiroiditis posparto

Las dos enfermedades pertenecen a la categoría de tiroiditis destructivas de origen autoinmune.

1. Tiroiditis indolora (lat. thyreoiditis silens, ing. silent thyroiditis)

Se caracteriza por curso en cuatro fases, con hipertiroidismo transitorio con baja captación de yodo (1.ª fase), estado eutiroideo transitorio (2.ª fase), seguido de fase de hipotiroidismo (3.ª fase) con la siguiente restitución del estado eutiroideo (4.ª fase). Se observa un bocio de pequeño tamaño e indoloro (excepto el curso indoloro, la enfermedad se asemeja a la tiroiditis subaguda). La enfermedad se presenta espontáneamente o en el puerperio.

2. Tiroiditis posparto (lat. thyreoiditis post partum)

Se define como un conjunto de alteraciones de la función tiroidea, transitorios o permanentes, que se desarrollan a lo largo del 1.er año después del parto. Afecta a ~5 % de mujeres después del parto. El tamizaje con el fin evaluar el riesgo de tiroiditis posparto debe realizarse en el grupo de riesgo al que pertenecen las mujeres con: diabetes mellitus tipo 1, historial de alteraciones de disfunción tiroidea posparto, con la presencia de anticuerpos anti-TPO documentada previamente al embarazo, antecedentes de aborto espontáneo, depresión posparto, enfermedades autoinmunes coexistentes y antecedentes familiares de enfermedades tiroideas autoinmunes. Debe determinarse la concentración de anticuerpos anti-TPO en el 1.er trimestre de embarazo y evaluar la concentración de TSH a las 6 semanas, 3, 6 y 9 meses después del parto.

Los niveles elevados de anticuerpos anti-TPO durante el embarazo también se asocian con mayor riesgo de abortos espontáneos y partos prematuros. La determinación de anticuerpos anti-TPO puede servir como tamizaje para detectar tiroiditis posparto, sin embargo la alta sensibilidad de la prueba (90 %) se acompaña de su baja especifidad (<50 %). Los niveles de anticuerpos anti-Tg son de menor importancia diagnóstica.

En la mayoría de los casos la enfermedad tiene un curso autolimitado y puede coexistir con depresión posparto, con menor frecuencia se observa hipotiroidismo permanente. Durante la fase de hipertiroidismo se administran β-bloqueantes y en casos graves glucocorticoides. Si se desarrolla hipotiroidismo permanente, se emplea el tratamiento de reemplazo con L-T4.