Andrógenos suprarrenales

Los andrógenos se segregan en los testículos, los ovarios y las suprarrenales, pero también proceden de la conversión periférica de precursores. La dihidrotestosterona (DHT) y la testosterona muestran la actividad andrógena más potente. En los hombres, el 95% de la testosterona y el 20% de la DHT circulantes procede de los testículos, mientras que el otro 5% y 80% de la conversión periférica. En las mujeres, las glándulas suprarrenales y los ovarios segregan el 50% de la testosterona circulante, y el 50% procede de la conversión periférica. Las glándulas suprarrenales de hombres y mujeres segregan deshidroepiandrosterona (DHEA), androstenediona y testosterona. Los andrógenos suprarrenales –DHEA y androstenediona producidas en la capa reticular de la CS– poseen una actividad biológica baja y son precursores de los andrógenos fuertes, esto es, de la testosterona y la DHT. La ACTH estimula la síntesis de andrógenos suprarrenales. Más del 90% de la DHEA se transforma en el hígado y los riñones en sulfato de DHEA (DHEA-S), cuya concentración no depende de la ACTH.

La producción de andrógenos suprarrenales en la infancia es insignificante, pero en el periodo previo a la pubertad (conocido como adrenarquia), la secreción de DHEA incrementa drásticamente. La adrenarquia se manifiesta mediante un desarrollo del vello púbico y axilar. En la pubertad, se observa un incremento progresivo de las concentraciones de DHEA y DHEA-S, que alcanzan su máximo nivel a los ~30 años. La concentración de DHEA-S es 100 veces mayor que la de DHEA.