lat. migraena chronica
ing. chronic migraine (transformed migraine)
DefiniciónArriba
De acuerdo con ICHD-3 beta, la migraña crónica (antes denominada migraña transformada) consiste en cefalea que aparece durante ≥15 días al mes durante ≥3 meses, si la cefalea cumple los criterios de migraña sin o con aura ≥8 días al mes, o la cefalea según el paciente tiene carácter migrañoso y se resuelve tras la administración de triptanes o alcaloides del cornezuelo del centeno. La migraña crónica debe ser precedida de ≥5 crisis migrañosas sin o con aura.
Etiología y patogeniaArriba
La migraña crónica se clasifica como una complicación de la migraña, puesto que generalmente se desarrolla a partir de la migraña episódica (habitualmente sin aura). Los factores favorecedores de la transformación de la migraña episódica en crónica son con mucha probabilidad: los traumatismo craneoencefálicos o cervicales, gripe y otras infecciones, meningitis aséptica, intervención quirúrgica, cefalea tras punción lumbar por baja presión del líquido cefalorraquídeo, anestesia epidural, mielografía, situaciones estresantes, problemas psicológicos, depresión, probablemente también hipertensión arterial y menopausia.
Cuadro clínico y diagnósticoArriba
La única diferencia respecto al típico dolor migrañoso es la frecuencia de los ataques (→Definición). El cuadro clínico se asemeja al de la cefalea crónica diaria. No es posible diferenciar distintos episodios de cefalea en los pacientes con ataques de cefalea muy frecuentes o con cefalea incesante. Además, la naturaleza de la cefalea puede cambiar no solo en los siguientes días, sino también durante el mismo día. En ~50 % de los enfermos que cumplen los criterios diagnósticos de migraña crónica, después de interrumpir el tratamiento la cefalea cambia de naturaleza a uno de los subtipos de migraña episódica.
Diagnóstico diferencial
Otras cefaleas crónicas:
1) cefalea de tipo tensional
2) cefalea diaria persistente de novo
3) hemicránea continua
4) cefalea por abuso de medicamentos.
Si el enfermo abusa de fármacos ingiriéndolos a demanda, o tomando opioides, o preparados compuestos durante ≥10 días o analgésicos no opioides durante ≥15 días al mes, se debe diferenciar la migraña de la cefalea provocada por abuso de fármacos. Esto requiere interrumpir el fármaco en uso y evaluar la intensidad de cefalea después de 2 meses. Si durante este período se observa una mejoría, esto indica cefalea por abuso de medicamentos. La ausencia de mejoría sugiere cefalea crónica. Sin embargo, hay que tener en cuenta que estos dos tipos de cefalea pueden coexistir.
TratamientoArriba
La migraña crónica por lo general se trata como la migraña episódica. En principio, no se debe recomendar al paciente usar los fármacos de emergencia, tanto analgésicos no opioides como ergotamina y triptanes, sino centrarse en el tratamiento profiláctico y eliminación de los factores desencadenantes. Se ha demostrado un efecto beneficioso de topiramato y valproato en la cefalea crónica (contraindicados en mujeres de edad reproductiva). También puede resultar beneficiosa la toxina botulínica tipo A IM en puntos específicos en la cabeza y el cuello (dosis total en una serie de inyecciones de 155-195 uds.). Este fármaco se ha mostrado más eficaz que el placebo no solo en la forma pura de migraña crónica, sino también en los casos de abuso de analgésicos. Los beneficios clínicos —resolución de la cefalea y mejoría en la calidad de vida— se mantienen durante ≥2 años de tratamiento.
En el tratamiento de la migraña crónica también son muy eficaces todos los anticuerpos monoclonales anti-CGRP/CGRP-R. Al igual que en la profilaxis de la migraña episódica, la EHF recomienda administrarlos si no hay respuesta con ≥2 fármacos orales con distintos mecanismos de acción, en caso de intolerancia a los fármacos orales o si están contraindicados. En caso de erenumab se recomienda administrar una dosis más alta (140 mg).
Como los enfermos con migraña crónica a menudo experimentan trastornos psicológicos o mentales, suelen ser útiles la psicoterapia, técnicas de relajación, consultas psicológicas, y a veces también tratamiento psiquiátrico, sobre todo con antidepresivos o ansiolíticos.