Síndrome del túnel carpiano

lat. syndroma canalis carpalis

ing. carpal tunnel syndrome

El túnel carpiano está formado por las superficies palmares de los huesos carpianos unidos por articulaciones y ligamentos y el retináculo flexor, que se extiende desde la eminencia radial del carpo (tubérculo del escafoides carpiano y tubérculo del hueso trapecio) hasta la eminencia cubital del carpo (hueso pisiforme y gancho del hueso ganchoso). El canal contiene los 9 tendones de los músculos flexores y el nervio mediano.

Causas: el síndrome del túnel carpiano puede ser idiopático, pero normalmente está acompañado por distintas enfermedades y estados:

1) enfermedades reumáticas: artritis reumatoide, esclerosis sistémica, polimiositis, artrosis, polimialgia reumática, gota o pseudogota, mucopolisacaridosis

2) enfermedades de las glándulas de secreción interna: diabetes, hipotiroidismo, acromegalia

3) enfermedades infecciosas, p. ej. tuberculosis

4) enfermedades ocupacionales y traumatismos: sobrecarga de la extremidad superior en carniceros, músicos que tocan instrumentos de teclado, personas que trabajan con un teclado de ordenador (p. ej. programadores)

5) otras enfermedades y afecciones: gangliones, hematomas, lipomas u osteomas ubicados en el canal, amiloidosis, fracturas óseas, osteomielitis, trastornos del desarrollo muscular, embarazo (con edemas, normalmente en el 3.er trimestre).

Síntomas

1) Parestesias (hormigueo, entumecimiento, etc.) en el área de inervación del nervio mediano, es decir, en la eminencia tenar, en la superficie palmar de los dedos 1.º-3.º y la mitad medial del 4.º dedo, así como en la región ungueal de los mismos dedos; afectan a todos los pacientes y se intensifican por la noche en 3/4 de los pacientes.  ~50 % de los pacientes presentan:

a) signo de Tinel positivo: parestesias en el lado palmar de los dedos 1.º-3.º al golpear ligeramente el nervio mediano sobre la superficie anterior de la muñeca

b) signo de Phalen positivo: aumento de las parestesias en flexión carpiana.

2) Trastornos sensitivos.

3) Debilidad y atrofia de los músculos de la eminencia tenar.

Diagnóstico: la ecografía o la RMN son útiles para establecer el diagnóstico, así como los estudios de la conducción nerviosa y las electromiografías.

Tratamiento: se administran inyecciones locales de glucocorticoides, que alivian las dolencias pero no las previenen, e incluso pueden favorecer recidivas tardías. Además, favorecen la lesión o la rotura de los tendones de los músculos flexores. Los glucocorticoides orales solo se administran en casos con una causa claramente inflamatoria, pero no infecciosa. Los antinflamatorios no esteroideos (AINE) son poco eficaces. Si el tratamiento conservador fracasa, está indicado realizar una intervención quirúrgica. La mejoría después de la operación depende del grado de deterioro del nervio y de las enfermedades concomitantes (p. ej. diabetes con polineuropatía). La incidencia de recidivas depende de la enfermedad de base.