Quemadura en el esófago

Mecanismo y consecuencias

La causa más frecuente de las quemaduras químicas del esófago es la ingesta, accidental o no, de ácidos o bases fuertes que, junto con los detergentes, forman parte de los artículos de limpieza. Los ácidos producen una necrosis superficial coagulante, mientras que las bases una necrólisis profunda y daños térmicos por reacción exotérmica con el ácido clorhídrico del estómago. Curso: hasta el 4.º día formación de necrosis y cambios inflamatorios, desde el 5.º hasta el 14.º día ulceraciones con la aparición de la granulación subsiguiente (muy susceptible a sufrir lesiones, con riesgo de perforación), desde el día 15 hasta el 3.er mes formación de la cicatriz → estenosis y alteraciones de la contractibilidad del esófago. La dinámica puede variar según el factor causante y su concentración. Con el paso de los años aumenta el riesgo de cáncer de células escamosas del esófago. Síntomas: dolor y sensación urente en la cavidad oral y garganta, dolor epigástrico, vómitos y aumento de la salivación, deglución dificultosa o dolorosa. Tras la ingesta de sustancias con un pH bajo puede producirse espasmo o edema de la laringe y trastornos respiratorios. La gravedad de las lesiones en la cavidad oral y de los síntomas generales no tiene relación directa con el grado de daño de la mucosa esofágica y gástrica.

Primeros auxilios

1. No inducir el vómito ni introducir una sonda gástrica con el fin de evitar lesiones secundarias de la mucosa esofágica. Si el paciente vomita, colocarlo en posición lateral con la cabeza colocada un poco más abajo para evitar la broncoaspiración.

2. Evaluar el estado del paciente (según el esquema ABCD →Normas generales para prestar primeros auxilios en casos de emergencia y SVB →Paro cardíaco súbito), en caso de necesidad se debe realizar la asistencia de la función de los órganos vitales y tratamiento del shock. Si hay síntomas de insuficiencia respiratoria y se dispone del equipo → realizar una laringoscopia y considerar la necesidad de intubación inmediata (o de cricotirotomía [en hospital traqueotomía]).

3. Tratar de determinar el tipo de sustancia ingerida y examinar a fondo la cavidad oral.

4. A los pacientes que consiguen deglutir (conscientes y sin trastornos de las funciones vitales) administrar líquidos inertes (agua, leche) con el fin de diluir el agente dañino.

Actuación en la ambulancia y en el hospital

1. Continuar el manejo como en el lugar de acontecimiento.

2. Exploraciones complementarias: realizar radiografía panorámica de tórax y abdomen enfocadas a la detección de la presencia de neumomediastino y enfisema subcutáneo (indicativos de perforación del esófago), atelectasia (broncoaspiración) y perforación del tracto digestivo (de estómago: aire debajo de la cúpula diafragmática). La endoscopia digestiva alta es el examen básico en el diagnóstico, realizarla hasta 12-48 h.

3. Administrar analgésicos iv. (en caso de dolor grave opioides), IBP, antibióticos de amplio espectro (si aparecen erosiones, ulceraciones o perforaciones del esófago).

4. Si hay sospecha de perforación → remitir de inmediato al cirujano.