Cómo citar: Wroczyńska A., Kuna A., Rymer W., Viajes al extranjero durante la pandemia de COVID-19, Med. Prakt., 2020, 7‑8: 147‑156, 164
Siglas y abreviaturas: CDC — Centers for Disease Prevention and Control, COVID-19 (coronavirus disease) — enfermedad por coronavirus 2019, EASA — European Union Aviation Safety Agency, ECDC — European Centre for Disease Prevention and Control, ETG — encefalitis transmitida por garrapatas, IATA (International Air Transport Association) — Asociación Internacional de Transporte Aéreo, MERS-CoV (Middle East respiratory syndrome coronavirus) — coronavirus del síndrome respiratorio de Oriente Medio, NaTHNaC — National Travel Health Network and Centre, OMS — Organización Mundial de la Salud, SARS-CoV-2 (severe acute respiratory syndrome coronavirus 2): coronavirus 2 del síndrome respiratorio agudo grave, UE — Unión Europea
¿Cómo prevenir las infecciones por SARS-CoV-2 durante el viaje?
Las medidas de protección no farmacológicas contra la infección por SARS-CoV-2 son la herramienta principal para controlar la propagación de la COVID-19 en cualquier circunstancia, viajes incluidos.
Una revisión sistemática de estudios sobre la eficacia de los métodos de prevención de infecciones por coronavirus (SARS-CoV-1, SARS-CoV-2 y MERS-CoV) publicados entre 2003 y 2020 ha demostrado que mantener una distancia física ≥1 m reduce hasta 5 veces la probabilidad de infección en comparación con una distancia <1 m, y que el efecto de protección se duplica con cada metro adicional de distancia entre la persona infectada y la sana (informe detallado: SARS-CoV-2: distanciamiento físico y protección facial y ocular en la prevención de la transmisión viral y entrevista con el autor del estudio, Derek Chu, COVID-19: distanciamiento físico óptimo, mascarillas faciales y protección ocular). Asimismo, se ha confirmado la eficacia de las mascarillas médicas, que han reducido varias veces la probabilidad de infección tanto dentro como fuera de centros médicos.
El ECDC ha publicado recomendaciones sobre el empleo de medidas de protección frente a la infección por SARS-CoV-2 para los organizadores de transporte terrestre, naval y aéreo. En ellas, presentan soluciones para mantener la distancia entre pasajeros y trabajadores como método de prevención esencial. Según las guías ECDC/EASA para aerolíneas, los cambios organizativos han de servir para mantener una distancia interpersonal de 1,5 m en los aeropuertos siempre que sea posible.
Actualmente, la OMS recomienda utilizar mascarillas no médicas (de tela) en el espacio público si las condiciones no permiten mantener la distancia física. Esto se aplica a todos los medios de transporte público y a cualquier espacio público cerrado (p. ej. tiendas o iglesias), sobre todo en las regiones en las que la transmisión de la COVID-19 está generalizada y el resto de métodos de control de infecciones no se utilizan lo suficiente. La OMS recomienda que las personas en alto riesgo de contraer COVID-19 debido a su edad, enfermedades concomitantes o inmunodeficiencias utilicen mascarillas médicas en cualquier circunstancia en la no se pueda mantener la distancia y el riesgo de infección pueda ser mayor. Según las guías de las ECDC/EASA, todas las personas —tanto pasajeros como empleados— que se encuentren en aeropuertos y aviones deben llevar mascarillas médicas (mascarillas quirúrgicas de tres capas conformes a la normativa EN 14 683), desde que entren en la terminal del aeropuerto de origen hasta que salgan del aeropuerto de destino, excepto en los puntos de control de seguridad o de control fronterizo, y excepto las personas que no puedan llevar mascarillas por razones médicas y los menores de 6 años. En los viajes aéreos, la mascarilla se debe cambiar cada 4 horas, a no ser que el fabricante tenga otras recomendaciones. La mascarilla también se debe cambiar de inmediato en caso de que se contamine con material infeccioso (p. ej. por una persona que tosa), se empape o se deteriore (véase OMS: uso racional de los EPI frente a la enfermedad por coronavirus [COVID-19]). Los viajeros deben llevar consigo suficientes mascarillas para toda la duración del vuelo, la estancia en el aeropuerto, el uso de otros medios de transporte público y la estancia en otros lugares cerrados como puertos, estaciones, etc. El uso de mascarillas se debe considerar una medida complementaria al resto de métodos de prevención de la infección por SARS-CoV-2 durante el viaje. Según las recomendaciones de la IATA, que resumen las normas de seguridad en el transporte aéreo, los pasajeros deben:
- mantener la distancia adecuada con el resto de pasajeros
- evitar aglomeraciones de gente, colas, tiendas y restaurantes, uso de máquinas expendedoras
- evitar tocar superficies (p. ej. hacer el check-in online, dejar el equipaje en puntos de entrega)
- utilizar mascarillas médicas de acuerdo con las normas expuestas con anterioridad
- lavar las manos con jabón y usar productos de desinfección de manos a base de alcohol con la mayor frecuencia posible
- en caso de toser o estornudar, cubrirse la boca y la nariz con el codo flexionado o un pañuelo de papel, que después se debe tirar en el contenedor correspondiente
- salir del aeropuerto de destino lo antes posible después de recoger el equipaje.
Durante la pandemia de COVID-19, en la consulta médica previa a un viaje se debe informar al paciente de las recomendaciones en cuanto a la prevención de infecciones por SARS-CoV-2, lo cual incluye el uso adecuado de las mascarillas. Se debe animar al viajero a que compruebe los métodos de distanciamiento físico implementados por la agencia de viajes o las aerolíneas a la hora de planificar su viaje. En el botiquín de viaje, se deben incluir productos de desinfección de manos a base de alcohol y reservas de mascarillas para el tiempo de transporte. Asimismo, hay que tener en cuenta el riesgo de exposición, las actividades planificadas y las recomendaciones de las instituciones de salud pública del lugar de destino. Es necesario informar al paciente de que los métodos de prevención de COVID-19 en viaje reducen significativamente la probabilidad de sufrir una infección por SARS-CoV-2 durante el mismo, pero que lo no eliminan por completo. Asimismo, se debe desaconsejar absolutamente el viaje en caso de presentar síntomas compatibles con la COVID-19. Si se produjera una situación así durante un viaje al extranjero, hay que recomendar al viajero que se aísle y siga las indicaciones de los servicios sanitarios locales.
Todas las medidas de protección frente a la infección por SARS-CoV-2 aquí descritas no son ni demasiado complicadas ni conllevan riesgo de sufrir efectos secundarios. Sin embargo, requieren que el viajero modifique su comportamiento. Los datos sobre la prevención de otras enfermedades infecciosas en viajes internacionales senalan que los viajeros suelen infravalorar las reglas de prevención inespecífica de infecciones. Por consiguiente, parece que educar a los pacientes que estén planificando un viaje durante la pandemia actual es esencial para minimizar el riesgo de COVID-19.