Ecografía de las arterias vertebrales y de la arteria basilar

Descripción de la pruebaArriba

Las secciones cervicales de las arterias vertebrales se exploran en la misma posición que en el caso de las arterias carótidas, utilizando también los mismos transductores. Para poder examinar la arteria basilar, el paciente se coloca en decúbito prono, acercando el mentón al esternón. Se aplica un transductor de 2-3,5 MHz de frecuencia sobre la ventana suboccipital. En esa posición también se pueden examinar los segmentos finales de ambas arterias vertebrales.

La evaluación de las arterias vertebrales se basa, principalmente, en el análisis del espectro de la velocidad del flujo, puesto que los segmentos arteriales que discurren por el interior de las apófisis transversas de las vértebras cervicales no son accesibles a la ecografía.

IndicacionesArriba

1) evaluación de la circulación vertebrobasilar: permeabilidad, estenosis, resultado de las intervenciones vasculares

2) sospecha del síndrome del robo de la subclavia (→vídeo I.O.7-1)

ResultadosArriba

El valor normal de la velocidad máxima del flujo en las arterias vertebrales a la altura de la columna cervical es de 0,5 ± 0,15 m/s (a nivel del origen puede ser mucho más elevada); la velocidad telediastólica es de 0,15 ± 0,06 m/s.

El calibre de las arterias en los lados derecho e izquierdo difiere en el 25 % de las personas sanas (la arteria vertebral izquierda suele ser de mayor calibre). En presencia de asimetría en las velocidades del flujo, se debe diferenciar la estenosis unilateral de la hipoplasia.

La medición de velocidad y dirección del flujo en las arterias vertebrales y la arteria basilar es utilizada en el diagnóstico del síndrome del robo de la subclavia en el que se observa una inversión de la dirección del flujo, total o parcial, con alteraciones típicas del espectro de la velocidad del flujo (→fig. I.B.4-76).