Ventilación pulmonar mecánica

La ventilación pulmonar mecánica consiste en sustituir o asistir la respiración del enfermo por medio de un respirador.

La mayoría de los respiradores contemporáneos no imitan la función de los músculos respiratorios, los cuales aumentan la presión transpulmonar originando una presión negativa (es decir, una presión menor a la atmosférica [externa]) en el tórax, para así favorecer el flujo de aire a los pulmones (inspiración). Los primeros respiradores (de cabina, de coraza, conocidos como pulmones de acero) tenían esa característica, pero en la actualidad se usan con muy poca frecuencia. Los respiradores de uso común producen una presión positiva (es decir, mayor a la atmosférica [externa]) que empuja la mezcla de aire respiratorio a los pulmones.

Los métodos de ventilación pulmonar mecánica con presión positiva varían en función de cómo esté conectado el enfermo al respirador:

1) los métodos invasivos, es decir, los que consisten en usar una vía respiratoria artificial, requieren que se introduzca un tubo en la tráquea (intubación o traqueotomía)

2) los métodos no invasivos consisten en interfaces respiratorias, es decir, mascarillas nasales y faciales (buconasales o faciales completas), almohadillas nasales, boquillas o cascos.