Inmunoglobulinas

Las inmunoglobulinas son proteínas plasmáticas producidas por linfocitos B maduros, es decir, por plasmocitos. La molécula de inmunoglobulina está compuesta de 4 cadenas polipeptídicas: 2 cadenas ligeras (peso molecular ~20 kDa) y 2 cadenas pesadas (peso molecular ~50 kDa), unidas por puentes disulfuro (→fig. VI.C.4-1). Tanto las cadenas ligeras como las pesadas poseen regiones variables (V) y regiones constantes (C). Hay 2 tipos de regiones constantes de la cadena ligera: kappa (κ) y lambda (λ). Existen 5 tipos de cadenas pesadas de estructura diferente, y basándose en ellos se distinguen las siguientes clases de inmunoglobulinas: IgG (cadena γ), IgA (cadena α), IgM (cadena µ), IgD (cadena δ), IgE (cadena ε). Cada línea de células plasmáticas produce inmunoglobulinas de un solo tipo de cadena ligera unida a un tipo de cadena pesada. La región variable de la molécula de inmunoglobulina se une al antígeno, y la región constante es responsable de los procesos efectores de la respuesta inmune, tales como la fagocitosis, las reacciones citotóxicas y la activación del sistema de complemento. Las moléculas IgG, IgD e IgE aparecen en forma de monómeros, las IgA en forma de monómeros (90 %) o dímeros (IgA secretora), y las IgM en forma de pentámeros (→fig. VI.C.4-2).

Las IgG se producen en la respuesta inmune humoral específica, constituyen ~75 % de las inmunoglobulinas que circulan en la sangre y tienen la semivida más larga de todos los tipos. Se han identificado 4 subclases de IgG (IgG1-IgG4), todas se unen con el fragmento Fc a los receptores (FcγR) presentes en diferentes células, lo que es necesario, entre otras cosas, para inducir la citotoxicidad celular dependiente de anticuerpos (ADCC). La IgG, la IgD y la IgE tienen 2 sitios de unión al antígeno cada una.

Las IgA representan el 15 % de las inmunoglobulinas del plasma. Hay 2 subclases: IgA1 y IgA2. La IgA secretora, en forma de dímero, es producida por los plasmocitos de las mucosas y protege contra la penetración de microorganismos. Es la principal inmunoglobulina de las secreciones del tracto digestivo, sistema respiratorio, aparato reproductor, de la saliva, las lágrimas y la leche. La producción de IgA es notablemente mayor que la de inmunoglobulinas de otras clases. La concentración sérica de la IgA (monómero) no refleja su producción en las mucosas.

Las IgM representan el 5-10 % de las inmunoglobulinas plasmáticas y es producida en la respuesta inmune primaria por los linfocitos B antes de transformarse en plasmocitos productores de IgG. La mayor parte de las IgM que circula en la sangre, tiene forma de pentámero con 10 puntos de unión al antígeno. Al igual que las IgA, se encuentran en las secreciones. La función principal de las IgM es la aglutinación de células con el antígeno expuesto y la activación del sistema de complemento.

Las IgD son inmunoglobulinas con una distribución similar a la IgM. Su función es de anticuerpo receptor (unido por enlaces covalentes a la membrana celular) de los linfocitos B. Las IgD circulantes pueden reaccionar con proteínas bacterianas específicas. Las IgD participan en la colonización de los órganos linfoides secundarios por las células B después de salir de la médula ósea. Las IgD, junto con las IgM, están involucradas en la transmisión de señales por el receptor de las células B.

Las IgE constituyen una fracción de inmunoglobulinas más pequeña, con la semivida más corta y con una distribución en el organismo parecida a la IgA. Las IgE unidas a la superficie de los mastocitos y los basófilos, después de la unión con el alérgeno, inicia la reacción alérgica. También desempeñan un papel defensivo contra los parásitos (→cap. VIII.B.1.1).

La proteína monoclonal (proteína M, paraproteína) está compuesta de un solo tipo de cadena pesada y/o de un tipo de cadena ligera, p. ej. IgGκ, y es producida por un clon anormal de plasmocitos. La estructura de la proteína monoclonal varía según la gammapatía. Normalmente es una molécula de inmunoglobulina completa, pero puede ser una molécula que carece de una parte, un fragmento de una molécula, o solo cadenas pesadas o ligeras. La proteína M está presente en las gammapatías monoclonales (→cap. VI.G.5) y en linfomas. En la mayoría de los casos, la presencia de proteína M es asintomática. Este tipo de afección se denomina gammapatía monoclonal de significado incierto (GMSI).

Se puede sospechar la presencia de proteína M si hay eritrocitos apilados (→fig. VI.G.5-2), el valor de la VHS es alto (a veces de tres dígitos), se observa un aumento significativo de la concentración total de proteínas en sangre y de la proteinuria. Si la paraproteína está compuesta solo de una cadena ligera monoclonal (p. ej., en el mieloma de cadena ligera), incluso con una concentración alta, la VHS no está aumentada.  La proteína monoclonal solo debe buscarse en pacientes con síntomas sugerentes de gammapatía monoclonal, como osteólisis, anemia, insuficiencia renal, hipercalcemia, síndrome nefrótico y polineuropatía.