Es el aumento de la temperatura interna >40 °C a consecuencia de una mayor producción del calor, o de una reducción de su pérdida, sin que se produzca un ajuste del centro termorregulador. La fiebre es un aumento de la temperatura corporal condicionado por un ajuste del centro termorregulador a un nivel superior, conservando los mecanismos fisiológicos de regulación de la temperatura (de producción y reducción del calor).
Mecanismo, causas y consecuencias
1. Hipertermia causada por un aumento de la temperatura ambiental o por la imposibilidad de la eliminación del exceso de calor producto del trabajo muscular: calambres por calor, agotamiento por calor, golpe de calor.
Causas
1) forma clásica: aumento prolongado de la temperatura del aire >35 °C, sobre todo en niños pequeños, personas mayores, con insuficiencia cardíaca, pacientes que utilizan fármacos anticolinérgicos, diuréticos o β-bloqueantes
2) hipertermia por esfuerzo: esfuerzo físico muy intenso, generalmente en un ambiente caluroso y húmedo, y sin reposición adecuada de líquidos.
Síntomas: en el contexto de un gran esfuerzo físico en un ambiente con alta temperatura y con sudoración profusa pueden presentarse contracciones dolorosas de los músculos abdominales y de las extremidades (calambres por calor), seguidas de dolor y mareo, náuseas y sensación de cansancio. En pacientes que no realizan esfuerzo físico: sensación de cansancio (agotamiento por calor), náuseas y vómitos, cefalea, mialgia, cambios en el estado de ánimo. Signos: taquicardia e hipotensión (inicialmente ortostática). La piel, en el debilitamiento por calor, suele estar pálida, fría y sudorosa, mientras que en el golpe de calor en general está roja y caliente, pero la sequedad de la piel no es un síntoma constante y se presenta con mayor frecuencia en la forma clásica (causada únicamente por la exposición a alta temperatura del ambiente) que en la hipertermia por esfuerzo. El golpe de calor constituye un importante peligro para la vida, pudiendo presentarse de forma súbita, casi sin signos de alarma. En pacientes expuestos a la acción del calor se debe diagnosticar en caso de aumento de la temperatura >40 °C junto con la presencia de cualquier síntoma concomitante de disfunción del SNC. Un considerable aumento de la temperatura interna del cuerpo conduce a un daño de los fosfolípidos de las membranas celulares, muerte celular, respuesta inflamatoria sistémica, insuficiencia multiorgánica y muerte.
2. Otras formas de hipertermia
Causas
1) deshidratación: la vasoconstricción y la disminución de la producción de sudor deterioran la pérdida de calor
2) síndrome de abstinencia alcohólica
3) reacciones adversas a los fármacos (hipertermia medicamentosa): hipertermia maligna (más frecuentemente después de la administración de anestésicos inhalatorios fluorados [principalmente halotano] o suxametonio, condicionada genéticamente [heredada de forma autosómica dominante]), síndrome neuroléptico maligno (más frecuentemente después de la ingesta de haloperidol, generalmente durante los primeros 30 días de administración de ese medicamento)
4) intoxicaciones: sustancias con actividad simpaticomimética (→Síndrome simpaticomimético) o serotoninérgica (→Síndrome serotoninérgico)
5) daño hipotalámico: con mayor frecuencia a consecuencia de accidentes cerebrovasculares
6) alteraciones hormonales: la hipertermia grave puede estar producida por hiperparatiroidismo y feocromocitoma; y una ligera elevación de temperatura por insuficiencia suprarrenal, hipoglucemia e hiperparatiroidismo.
Síntomas y signos: síntomas de la enfermedad de base (p. ej. rigidez muscular: en hipertermia maligna y en síndrome neuroléptico maligno; síntomas extrapiramidales y trastornos vegetativos [sudoración, incontinencia urinaria, fluctuación de la presión arterial, taquiarritmia]: en síndrome neuroléptico maligno) e hipertermia →más arriba.
Primeros auxilios
1. Calambres por calor: generalmente es suficiente con la interrupción del esfuerzo físico, permaneciendo en un lugar más fresco, e ingiriendo líquidos VO.
2. Agotamiento por calor: disminuir la exposición al calor, acostar a la víctima y administrar líquidos VO. Si los síntomas no desaparecen rápidamente o se agravan, es necesario el tratamiento hospitalario.
3. Golpe de calor. Requiere una actuación rápida y enérgica:
1) llamar para solicitar ayuda y evaluar ABCD →Normas generales para prestar primeros auxilios en casos de emergencia
2) trasladar a la víctima a un sitio fresco y retirar el exceso de ropa
3) iniciar un enfriamiento intensivo: rociar con abundante cantidad de agua, de preferencia tibia (ayuda en la evaporación y no produce vasoconstricción cutánea, la cual limita la eliminación del calor), luego abanicar vigorosamente para aumentar el movimiento del aire, o (si está disponible) encender un ventilador
4) en caso de necesidad mantener la permeabilidad de la vía respiratoria y (si es posible) introducir una cánula intravenosa.
Actuación en ambulancia y en hospital
1. Mantener la permeabilidad de la vía respiratoria →Paro cardíaco súbito y acceso iv. →Canalización venosa periférica.
2. Durante el traslado continuar enfriando intensivamente a través de la evaporación. Trasladar con el ventilador encendido o con las ventanas abiertas. Si es posible, ya en la ambulancia, se deben colocar bolsas con agua, envueltas en lignina o toalla, y hielo en las regiones axilares e inguinales. Hay que tratar de bajar rápidamente la temperatura corporal del paciente hasta 38 °C. Las inmersiones en agua fría ya no se practican (pueden ser dañinas: la vasoconstricción cutánea dificulta la eliminación del calor). Los métodos instrumentales (mantas de enfriamiento, circulación extracorpórea) no están comúnmente disponibles.
3. Hidratar (transfusión iv. de líquidos a temperatura ambiente), asegurando una buena diuresis, teniendo en cuenta la posibilidad de edema pulmonar. La deshidratación térmica se diferencia de la deshidratación p. ej. en las enfermedades del sistema digestivo, puesto que afecta tanto al espacio extracelular como el intracelular → iniciar administrando NaCl al 0,9 % y glucosa al 5 % en proporción 1:1 y continuar bajo el control de la concentración de electrólitos.
4. Prestar atención a los síntomas de SRIS y de insuficiencia multiorgánica.
5. En caso de que se presenten convulsiones → inyectar lentamente iv. diazepam 10 mg (en niños 0,05-0,3 mg/kg en 2-3 min, <5 años máx. 5 mg) o midazolam 0,01-0,05 mg/kg.
6. Indicar exploraciones complementarias (posibles alteraciones): hemograma de sangre periférica (aumento del hematócrito, de la concentración de hemoglobina, recuento de eritrocitos y leucocitos, trombocitopenia [cuando se desarrolla la CID]); exámenes bioquímicos de sangre: actividad de transaminasas (casi siempre está aumentada; si hay duda acerca del diagnóstico de golpe de calor, buscar otra causa) y de CK (aumento a consecuencia de la rabdomiólisis), concentración de Na (hipernatremia) y de K (hiperpotasemia, en el golpe de calor inicialmente hipopotasemia), parámetros de la función renal y hepática (características de la insuficiencia); sistema de coagulación y fibrinólisis (CID →Coagulación intravascular diseminada); gasometría de sangre arterial (inicialmente alcalosis respiratoria, luego acidosis metabólica [láctica] o mixta); examen de orina (proteinuria, hematuria, mioglobinuria).
7. En la hipertermia no causada por la alta temperatura del ambiente → tratar la enfermedad de base simultáneamente con la actuación descrita más arriba. En la hipertermia maligna → administrar dantroleno 2,5 (1-3) mg/kg iv. (se puede repetir hasta 10 mg/kg/d). En el síndrome neuroléptico maligno → administrar dantroleno (→más arriba) y/o bromocriptina VO 2,5 mg cada 8 h, aumentar la dosis gradualmente (2,5 mg por dosis), en general hasta 10 mg/d cada 8 h (máx. 40 mg/d) o amantadina VO 100 mg cada 12 h. Los antipiréticos (paracetamol, AINE) no son eficaces en caso de un aumento de la temperatura corporal no provocada por la fiebre.